Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Andrea Castro
Photo Credits: Chaquetadepollo. ©

Niña y charco

Mientras el Irma, el José, el Katia se turnan para arrasar lo que encuentran a su paso, Kim-Jong y Trump se pelean como gallos, un terremoto sacude México y los nazis se visten de nazis y hacen tronar sus blancas canciones por las calles de una ciudad escandinava, al borde de una plaza, en el cordón de una vereda, hay una mujer con una niña de tres o cuatro años de la mano.

Están por cruzar pero hay un charco en la calle y la niña lo mira. La mujer da un paso, ella no. Duda. Es el charco. ¿Se verá en él? ¿O la detendrán las estrellitas que despide su superficie?

La mujer se para y se vuelve hacia ella. No le suelta la mano pero no la tironea. Tampoco la levanta. Tranquila, le explica: “Vamos, no puedo estar parada en el medio de la calle.”

Y la espera a que ella sola dé el paso.


Photo Credits: Chaquetadepollo. ©

Hey you,
¿nos brindas un café?