Hace 15 días se fue mi prima Yenny y una semana después Leandro, el esposo de mi amiga Carolina. A Yenny y a Leandro se los llevó el Cáncer o por lo menos eso creyó la enfermedad.
Yenny
Mi prima Yenny tuvo su primer enfrentamiento con la enfermedad a los 14 años cuando le detectaron hopkins. Recuerdo que cuando llegó a casa de mi abuela sin cabello todos nos impartamos y hasta nos asustamos pues éramos unos niños pero ya luego nos acostumbramos.
Esa primera vez luchó fuerte y pudo salir de ese terrible episodio. Llevó una vida normal, tuvo novios, conoció a Julián, su compañero de vida y se casó. De esa unión nacieron dos hijos: Anlí y Cristian, quienes a lo largo de la vida de mi prima Yenny contaron con todo su amor y su apoyo.
Con sus hijos ya grandes, a Yenny le repitió la enfermedad, esta vez en el seno. Luego de una Mastectomía y un fuerte tratamiento Yenny volvió a triunfar… Pero unos años después lamentablemente partió, o más bien se volvió inmortal.
Leandro
Antes de hablar de Leandro tengo que hablarles de mi amiga Carolina, a quien conocí en Buenos Aires en la casa de Vero, la prima de mi amigo Maximiliano aquel invierno de 2007. Caro nunca paraba de reír, y según tenía entendido quería vivir en Buenos Aires. Luego de aquellas vacaciones hablamos varias veces por las redes hasta que un día se perdió, para luego reaparecer en Portugal.
Cuando supe de ella, estaba con un hombre con el que iba a casarse, ese era Leandro. Ambos celebraron un matrimonio de ensueño y tiempo después de esa unión nació Mateus. Sin duda los tres se veían genial, parecían una de esas familias reales que reseña la revista ¡Hola!.
A los días de enterrar a mi prima, me enteré por Facebook que Carolina anunciaba la triste noticia: Su esposo había luchado contra el Cáncer y había muerto. Fue una noticia que nos impactó, pues, no sabíamos (o por lo menos yo), que Leandro estaba enfermo.
Sentí en el mensaje posteado por Carolina en su perfil, a una mujer fuerte que había aprendido al acompañar a su marido en ese terrible trance, a no sucumbir y a seguir luchando por ella y su hijo.
Quería escribirle algo, pero: ¿Qué se le puede escribir a una persona en tan terrible momento?. La verdad no tuve el valor de decirle nada a Caro, por eso me disculpo.
Ni la muerte los separa
La historia de estas dos familias es la de mucha gente, que también han perdido familiares por esa terrible enfermedad. El Cáncer cree que tiene el derecho de arrebatarnos a nuestros seres queridos, pero se equivoca, pues ellos, al igual que Leandro y Yenny, viven en sus hijos y en el recuerdo de quienes los queremos. Todos están cuidándonos, son ángeles que nos guían. Ellos están junto a su familia, pues ahora son inmortales.