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paola maita
Photo Credits: Frenchy 25 ©

Nefelibata

Pies, para qué los quiero si tengo alas para volar

Frida Kahlo, 1953

Hay escenas en nuestras vidas que nos plantan los pies en el suelo pero dejan la cabeza en las nubes. Hace unos días, viví una donde tenía los pies en la realidad y la cabeza con otra persona que está a miles de kilómetros.

Como suelo hacer con las cosas que me tocan las fibras más sensibles, la compartí con algunos de mis amigos. La mitad de ellos son psicólogos y la otra mitad con algún tipo de formación en medios audiovisuales o teatro, lo que me permitió desglosar la escena hasta el más mínimo de sus significados.

Como psicólogo, muchas veces he trabajado con las personas el que estén en “el aquí y el ahora”, dos conceptos que aprendemos desde pequeños, pero que al final pueden resultar difíciles de aplicar. Enfocarnos en lo que sí está sucediendo en un instante y lugar, nos permite dejar de hacer elucubraciones sobre un pasado distante o sobre el futuro incierto.

Cada quien en su profesión adquiere conocimientos que a veces no aplica a su vida privada, porque como dirían las abuelas: “en casa de herrero, cuchillo de palo”. Para mí, una de las cosas más difíciles en el día a día es justamente mantenerme en ese “aquí y ahora”, y menos cuando las circunstancias me atraviesan de tal manera que dividen mi cuerpo en dos.

El tener la cabeza en las nubes me permite hacer cosas como soñar, escribir, ver el simbolismo de la escena que vivo o encontrar relaciones casi invisibles entre las canciones que escucho y mis vivencias. Por otro lado, también hace que a veces me salte olímpicamente la realidad, lo cual puede terminar en accidentes de varios tipos.

Para rematar toda la vivencia, los vericuetos del internet me condujeron hasta la palabra “nefelibata”, que la RAE define como una persona soñadora que no percibe la realidad. En seguida supe que esa era mi palabra, y que serlo es un don y una maldición al mismo tiempo.

Al menos sé que al final del día, hay personas que permanecerán por siempre en mi cabeza, sin importar el tiempo que pase, mientras que quizás con un poco de suerte, siempre tenga quienes me hagan pisar tierra. Y en el medio de ellos, la existencia misma.


Photo Credits: Frenchy 25 ©

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