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Mamá, hay un homosexual en mi clóset

Mama, just killed a man

Put a gun against his head

Pulled my trigger, now he’s dead

Bohemian Rhapsody, Queen

La biógrafa Lesley Ann-Jones ha sugerido que la famosa Bohemian Rhapsody de Queen contiene el mensaje de coming out o la salida del clóset de Freddie Mercury. Mientras tanto, Brian May y Roger Taylor, integrantes de Queen, dicen no tener certeza de eso. Más allá de saber la verdad, me hace ruido algo sobre esta polémica: ¿Por qué tendría que haber una canción en la que Freddie Mercury se declarase gay?

En los últimos años he tenido la oportunidad de conocer a mucha gente homosexual, e incluso de tener amistades muy cercanas gays y lesbianas. Recuerdo que al principio una de las cosas que más me daba curiosidad preguntarles era si sus papás sabían, y si era así, cómo había sido la famosa “salida del clóset”. ¿Había sido traumática o sus papás lo habían tomado bien? De esta pregunta, salieron muchas respuestas, algunas bastante normales y otras un tanto sorprendentes. Una que me marcó particularmente fue la de la mamá de uno de mis amigos a la que casi que le faltó desheredarlo cuando se lo dijo, a pesar que ya él es un adulto que se mantiene por sus propios medios.

Después de escuchar diferentes reacciones, me surgió una pregunta mayor: ¿Cuál es la función de que las personas homosexuales o bisexuales se declaren públicamente como tales?

El sexo de la persona con la que se prefiere tener relaciones sexuales no es algo que tenga porqué ser de dominio público. ¿Por qué tendría que serlo si la persona no lo quiere? No sé si mi familia sea rara, pero no recuerdo haber tenido que decirle a mi mamá que me gustan los hombres, así que por lógica mis contrapartes homosexuales o bisexuales tampoco tendrían por qué hacerlo.

La sexualidad es uno de esos aspectos de la vida humana que es lo suficientemente maleable para que pueda ser personalizada. Creemos que somos “normales” porque somos heterosexuales, y que libre Dios al que no lo sea, porque nos tiene que dar un informe detallado de cómo y por qué desea mantener relaciones con otras personas del mismo sexo o de ambos. Cada año hay al menos un “gran escándalo” sobre alguna celebridad que se declara homosexual o bisexual, ¿Acaso es tan importante con quien se acuesta el otro?

No quiero llevar este asunto al tema del matrimonio, porque eso sería suficiente para escribir un libro. La pregunta que realmente me suena hoy en la cabeza es: ¿Por qué tenemos que someter a otra persona a hablar de su sexualidad, la famosa salida del clóset, con sus padres y amigos? ¿Sólo porque es diferente a lo esperado socialmente?

Comprendo que hay todo un bagaje histórico que nos lleva a mirar mal las orientaciones sexuales diferentes a la heterosexual, pero eso no quiere decir que esté bien, ni creo que sea necesario hacerle pasar a alguien el momento donde tiene que sincerarse sobre su sexualidad. Esto último me parece bastante ridículo.

La solución es simple: Bese, tome la mano o acuéstese con quien usted prefiera, y deje de mirar hacia la cama de al lado. Si la otra persona quiere publicar lo que hace en su cuarto, que lo haga; y si quiere mantenerlo sólo para sí misma, que lo haga también.

Sé que el tema es peliagudo y que no se zanja de dos zarpazos, porque hay muchos más factores de los que puedo enumerar en una sola sentada, pero si hay algo que me gustaría dejar en claro es que pienso que salir del clóset es una necesidad creada por el morbo de las personas de saber con quién está el otro y poder criticarlo o aprobarlo. Si cada quien tuviese la libertad de vivir su sexualidad como quisiese, sin la intromisión de nadie más, el clóset sólo sería un lugar para guardar ropa. Si tuviese que decir algo positivo de todo el asunto del clóset, es que al menos tenemos a Bohemian Rhapsody, sea lo que sea que signifique.

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