Lucha de opuestos

Durante toda la noche del pasado sábado 21, la Luna mostró todos sus encantos. Fue el momento del Plenilunio, cuando la Luna y el Sol transitaban por espacios opuestos y nuestro planeta se impregnaba de luz cósmica: la que emitía directamente el Sol, desde el primer grado de Géminis, mostrándose de día; y la que reflejaba la Luna, relevándolo de esa función, en las horas nocturnas, desde el primer grado de Sagitario. Tal fenómeno astrofísico ocurre todos los meses y representa la más diáfana exposición de lo que es la polaridad.

La polarización es el proceso mediante el cual se identifican dos fuerzas, en las que cada una de ellas se afirma como negación de la otra. Así, la oscuridad es la negación de la luz, como el frío es la negación del calor, lo de abajo es negación de lo de arriba, o lo de dentro es negación de lo de fuera. De esa realidad, surge el principio hermético de polaridad, que consiste en reforzar una cualidad, a través del énfasis en aquello de lo que carece su opuesto.

De la confrontación de los opuestos surge una posición intermedia: es el punto de equilibrio entre los extremos. El filósofo alemán Hegel formuló este antiguo principio de la polaridad como un desarrollo metodológico del raciocinio al que denominó dialéctica, consistente en la elaboración de una tesis que sería comparada con su opuesto (antítesis) y de la que se podría extraer una nueva tesis que mediara entre los extremos, y que él denominó síntesis.

Una de las más expresivas consideraciones de la polaridad nos ha sido transmitida por la milenaria sabiduría china, cuando describe todo cuanto sucede en el Universo como una manifestación del Todo, que es Uno, pero al mismo tiempo se manifiesta de forma diversa (por eso, Uni-verso). Es la Energía, con sus dos manifestaciones extremas: la activa y la pasiva, la fuerte y la suave, la masculina y la femenina, a las que designaron como Yin (femenina) y Yang (masculina).

Todo lo que existe en el Universo tiene un polo masculino y otro polo femenino, lo que varía entre un objeto y otro es la proporción entre ambas fuerzas. Incluso, en el extremo masculino yace el germen de lo femenino, y en el extremo femenino existe la semilla de lo masculino. Igual ocurre con los seres humanos que pueden identificarse más o menos con alguno de los extremos, pero que no pueden prescindir del opuesto. La Consciencia y el Inconsciente albergan también las dos manifestaciones de esa energía como expresiones contrapuestas.

Como parte del Universo, los astros también participan de esa dialéctica o polarización. Tal como ocurrió este fin de semana con la contraposición de Sol y Luna, ambas luminarias son percibidas en la mente humana como expresiones de lo masculino y lo femenino. El Sol, que rige el día, es captado como una energía fundamentalmente masculina; mientras que la Luna, que rige a la noche, es asimilada como una fuerza esencialmente femenina.

La semana que comienza nos da la oportunidad de vincularnos con otras dos formas de polarización. El próximo martes 24, el planeta Marte, que estuvo acompañando a la Luna en su deambular nocturno sabatino, estará en el punto opuesto de Venus, que anda acompañando estos días al Sol. Marte se asocia con el impulso activo, luchador, audaz y violento de lo masculino; mientras Venus es identificado con el encanto, la gracia, la belleza y la simpatía de lo femenino.

Dos días después, el jueves 26, otros dos astros expresan sus antagonismos. Se trata de Saturno y Júpiter. El primero de ellos es asociado con el control, la estructura, la represión y los límites; mientras que el segundo está identificado con el crecimiento, la expansión, los excesos y los procesos de apertura. Sn dos maneras de manifestarse la energía en el imaginario de la gente, tal como en la antigüedad fueron descritos como deidades enfrentadas y opuestas, que luchaban por el Poder.

La triple confrontación de polos Sol-Luna, Marte-Venus y Saturno-Júpiter nos ofrece la ocasión de vivir y palpar en estos días lo que representa la lucha de opuestos, el principio de polaridad, la confrontación de visiones o sentimientos extremos, con la esperanza que de tal contienda surja una síntesis, un equilibrio que en lugar de negar lo adverso, lo integre y lo complemente.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (23 al 29 mayo 2016)

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Photo Credits: boy wakanmuri