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Miguel Angel Teposteco

Las grietas de la ultraderecha en América Latina

En la América Latina del siglo XXI, la ultraderecha se volvió más sofisticada que en años anteriores. Tanto que es un lugar común usar como ejemplos a Jair Bolsonaro y Agustín Laje. Nombres que se presentan ante millones de personas como los espadachines de una guerra contra el “marxismo cultural” y la “ideología de género”. Para ellos hay grandes conspiraciones por desenmascarar: desde la política para promover la pedofilia hasta el engaño de las vacunas que causan autismo. Es un nuevo formato de la ciencia ficción, al alcance de YouTube, Twitter y Facebook.

Para nuestra fortuna, estos representantes de la derecha no forman parte de una conspiración internacional. No hay un Estado secreto neonazi que quiera sacar a los negros y a los homosexuales de la televisión y el cine.

Como a menudo pasa en la política, el asunto es más concreto y plausible. El panorama se parece más al de un ideólogo que difunde ideas políticas radicales con el fin de desestabilizar la influencia social de partidos de corte progresista. Entonces, el intelectual de derecha, joven, carismático y culto, termina siendo un peón más en un juego electoral o de una intervención estándar estadounidense o empresarial.

¿Se necesita formación filosófica para dar esta batalla contra la izquierda? A medias. Lo que sí se necesitan son sofisticadas formas de propaganda y manejo de redes sociales. Desde desactivar los comentarios en Facebook para no recibir críticas, presumir auditorios llenos en redes sociales, hasta aceptar (selectivamente) debates con gente que no signifique una  amenaza real a la soberanía de la “lucha cultural” contra la izquierda latinoamericana. A esto le agregamos el uso de datos falsos, estadísticas alteradas deliberadamente y noticias a medias que se dan a grandes públicos, aunque se omitan datos importantes que pueden dar un giro a las cosas. Después de todo, es mejor meter la información inconveniente debajo de la alfombra.

Entonces, en la esfera pública se forma la idea de que los representantes de la derecha no pueden “perder un debate”, hasta que vemos a un Jordan Peterson tartamudeando, confesando que apenas ha leído sobre marxismo y felicitando a Slavoj Žižek por un gran debate, ¿pero, estos soldados no eran invencibles?

 

Como dato adicional

En 2018, alguien tenía intenciones de matar al empresario George Soros. ¿Cómo? Dejaron un paquete explosivo en su casa en Nueva York. Existen miles de videos que juran que Soros es el que financia a la izquierda en el mundo. Se supone que defendiendo el libre mercado Soros representa la nueva ola de “neo marxismo” que invade el planeta. Qué extrañas decisiones toma el Comité del Partido Comunista Mundial.

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