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La violencia por las armas es sólo un síntoma de una sociedad enferma

Cada vez que ocurre un incidente horrible de violencia masiva, debemos estudiarlo con el mismo cuidado con el que estudiamos cualquier tema en el que nuestra propia vida esté en peligro, porque lo está. Los asesinatos masivos en los Estados Unidos han alcanzado niveles inaceptables para una sociedad civilizada. 

Hay varias razones que explican este fenómeno, donde la abundancia de armas en la población civil juega un papel importante en el mismo. En 2015, The Washington Post estimó que había 357 millones de armas de fuego en todo el país; esto, con una población de aproximadamente 317 millones. Y estas cifras ni siquiera incluyen la cantidad de armas no registradas en manos de civiles. Es bien sabido, por ejemplo, que hay un tráfico considerable y constante de armas de fuego no registradas (en ambas direcciones) a lo largo de las fronteras de los EE. UU 

La abundancia de armas de fuego en manos de civiles no explica, por sí sola, sin embargo, los altos niveles de violencia. Los factores culturales, políticos y económicos son igualmente importantes. Culturalmente, en ningún otro país las personas asumen que tiene derecho a portar armas, independientemente de las nefastas consecuencias de crear una sociedad violenta. 

Andrew Exum, un ex oficial del ejército estadounidense que formó parte del grupo de análisis de la estrategia estadounidense en Afganistán dirigido por el general Stanley McChrystal, escribió recientemente en The Atlantic: «Después de los ataques del 11 de septiembre, pasé varios años en guerra y luego viví en el extranjero como civil durante otros varios años. Y cuando finalmente regresé a los Estados Unidos a fines de 2008, noté algo diferente sobre la cultura de las armas en el país al que estaba tan ansioso por regresar. Al conducir con mi madre desde nuestra casa en el este de Tennessee hasta Nashville, noté cuántas vallas publicitarias en el lado de la carretera anunciaban pistolas. Y no solo cualquier arma de fuego: estos no eran rifles de caza ni escopetas, sino más bien, el tipo de armas tácticas, incluidos los rifles de asalto, que yo había llevado en Iraq y Afganistán. ¿Por qué Dios mío, pensé entonces, alguien necesitaría tales armas?” 

Otro factor significativo que explica este fenómeno es la glorificación de la violencia. Se estima que cuando un niño llega a la edad adulta, habría visto 16,000 asesinatos y 200,000 actos de violencia en la televisión. Las estadísticas indican que los jóvenes de 15 a 24 años tienen 49 veces más probabilidades de morir por un homicidio con armas de fuego en los EE. UU. que en cualquier otro país. Es difícil argüir que la posesión generalizada de armas y la violencia en los medios no tienen un papel importante que jugar en estas estadísticas. Hoy, Estados Unidos suministra la mayoría de los recursos de medios masivos de comunicación y entretenimiento violentos en el mundo. 

Las guerras políticamente (y económicamente) motivadas en Afganistán, Iraq y el apoyo a la guerra en Yemen han contribuido a la creación de un clima de violencia. En lugar de combatir el terrorismo, estas aventuras desacertadas lo han aumentado y, como resultado, también han aumentado el clima general de violencia general en el mundo. 

La influencia de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y su responsabilidad en la creación de una cultura de la violencia se demuestra en el hecho de que casi ningún político norteamericano ha denunciado el poder nefasto de esa organización. Se necesitaron grandes demostraciones de niños de escuela secundaria -muchos de ellos sobrevivientes de violencia con armas de fuego-, para que la población en general se diera cuenta del impacto de la NRA. 

UU., con solo el 4,4% de la población mundial, tiene aproximadamente el 42% de las armas del mundo, según un Estudio Sobre Armas Pequeñas de 2007. Y sin embargo, a pesar de que casi el 90% de los estadounidenses aprueba el establecimiento de soluciones de «sentido común» para controlar la venta de armas de fuego, incluidas las verificaciones universales de antecedentes, las ventas de armas continúan aumentando.Se han propuesto varias soluciones que involucran «armas inteligentes», como el uso de datos biométricos para identificar a los legítimos propietarios de las armas, pero ellas están lejos de ser ampliamente adoptadas. Además, aunque las armas inteligentes pueden evitar que las armas sean utilizadas por alguien que no es su dueño legítimo, no pueden evitar tiroteos masivos con armas compradas legalmente.

Un amplio conjunto de leyes para limitar la venta, posesión, el comercio ilegal, y la prohibición de armas de alto calibre mostrarían la intención de los legisladores norteamericanos de controlar la violencia armada, y demostraría que se toman en serio la búsqueda de una solución. Hasta que la sociedad no detenga la glorificación de la violencia y el fácil acceso a las armas de fuego, el país continuará sufriendo sus desastrosas consecuencias.

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