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La vergonzosa política estadounidense sobre Cuba debe terminar

En un mundo cada vez más globalizado, las relaciones entre las naciones pueden conducir a un clima de antagonismo o a uno de cooperación, extendiéndose más allá de los países en conflicto. Las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos son un ejemplo, ya que el embargo continuo de los Estados Unidos a Cuba ha deteriorado las relaciones entre los Estados Unidos y sus vecinos latinoamericanos y el mundo en general.

Este antagonismo se refleja en los repetidos votos en las Naciones Unidas donde, a principios de noviembre, por un voto de 187-3, la mayoría de sus miembros condenaron por 28a vez, el embargo económico estadounidense sobre Cuba. Los países miembros también criticaron las duras medidas de aplicación del embargo por parte de la administración Trump.

El gobierno de Trump endureció la política estadounidense sobre Cuba que había estado en vías de reparación durante la administración Obama. El presidente Trump decidió permitir a los inmigrantes cubanoamericanos demandar al gobierno cubano por sus propiedades confiscadas desde la asunción de Fidel Castro al poder en 1959. La administración Trump limitó también la cantidad de dinero que los cubanoamericanos pueden enviar a sus familiares en la isla.

Poco después de que el presidente Trump anunciara su decisión de permitir demandas en los Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá emitieron una advertencia conjunta contra los Estados Unidos de que la aplicación de estas medidas conduciría a represalias en Europa.

En mis varias visitas a Cuba relacionadas con la salud pública, percibí de primera mano los problemas que asedian a la sociedad cubana: la necesidad de dinero extranjero, la naturaleza opresiva del régimen, las dificultades que atraviesa la gente común y la insatisfacción de la juventud del país.

Estas impresiones fueron ratificadas durante una visita a la isla que hice como jefe de una misión de la ONU de médicos latinoamericanos para evaluar el progreso de los científicos cubanos en el desarrollo del interferón, una sustancia antiviral. En ese momento, existía el rumor que Fidel Castro tenía cáncer de pulmón y estaba siendo tratado con interferón, algo que no pudimos confirmar en ese momento.

En varias conversaciones con Fidel Castro pude evaluar su enorme interés y conocimiento de los problemas de salud y el valor de la educación. En su interés y conocimiento de la situación de la salud en Cuba subyacen los continuos logros del gobierno cubano en salud y educación. Cuba, a pesar de todas sus otras fallas e inconvenientes, está a la vanguardia en ambos campos en comparación con otros países latinoamericanos. Y en ciertas áreas está a la par con los Estados Unidos.

Sin embargo, este progreso se ha visto obstaculizado por el embargo innecesario e ineficaz contra el país, una situación que ha tenido un alto costo económico no solo para Cuba sino también para los Estados Unidos. Por otra parte, el embargo ha dañado el prestigio de los Estados Unidos entre los gobiernos latinoamericanos, que lo consideran una violación de los derechos y la soberanía de un país latinoamericano.

No hay ninguna duda de que la presión política de la poderosa comunidad de exiliados cubanos en Florida ha sido un factor importante para mantener el embargo de Estados Unidos. Sin embargo, los descendientes de esa generación de inmigrantes ahora tienen una visión más matizada del régimen cubano. En particular, han visto el daño causado por décadas de antagonismo entre ambos países, y están ansiosos por establecer relaciones más amigables entre ambos países.

Si bien los cubanos siempre han sido claros acerca de su admiración por el pueblo estadounidense, lo que he observado de primera mano durante mis visitas a la isla, es que el embargo ha fomentado más odio y desconfianza hacia el gobierno de Estados Unidos que hacia el gobierno cubano entre los cubanos.

Estas nuevas medidas pueden resultar perjudiciales también para los Estados Unidos. “Trump y sus asesores de seguridad nacional, ideológicamente impulsados, ​​están empujando a Cuba a los brazos de China y Rusia. Al mismo tiempo, la política de Trump en Cuba aumenta el riesgo de una crisis humanitaria al crear condiciones para la migración masiva desde una isla a solo 90 millas (144 km) de las costas de Florida «, dijo Rebecca Bill Chavez, ex subsecretaria adjunta de Defensa para el Hemisferio Occidental de la administración Obama. Además, limitar la cantidad de dinero que las personas en los Estados Unidos pueden enviar a sus familiares en Cuba es una decisión errónea que solo aumentará el sufrimiento del pueblo cubano.

Si los votos repetidos en la Asamblea General de la ONU son una prueba, aparte de los Estados Unidos, Israel y Brasil, ningún país del mundo actualmente apoya el embargo. En lugar de fortalecerlo, Estados Unidos debería aliviarlo y eventualmente levantarlo. Esto debería ser seguido por un intenso intercambio de científicos, médicos, artistas y ciudadanos comunes. El efecto sería dramático en neutralizar la atmósfera de antagonismo entre Cuba y los Estados Unidos, en un momento en que el mundo necesita desesperadamente este tipo de acción.

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