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La mirada Sagitariana

Comienza el último tercio del mes de noviembre bajo la señal de las terminaciones. El primer día de la semana, la Luna entra en su fase Menguante, desde el último grado de Leo, formando un ángulo crítico con el Sol transitando el último grado de Escorpio, signo que representa las pérdidas y los finiquitos. Tiempo apropiado para culminar etapas y procesos, para eliminar lo inútil y deshacerse de aquello que ya ha perdido sentido y vigencia.

El mismo lunes 21, pocas horas después de iniciado el formato decreciente de la Luna, se produce el ingreso de nuestra Estrella Central en Sagitario, el sector zodiacal que propicia la transición del otoño al invierno, y con ella, se da inicio a la última etapa del ciclo anual. El Sol se une a Mercurio y Saturno que ya venían transitando por este signo de fuego, que promueve el espíritu aventurero y explorador.

Nuestras dos luminarias nos transmiten el mismo mensaje: es un tiempo para los acabamientos, poner las cosas en orden, evaluar lo acontecido y prepararnos para un nuevo trayecto del recorrido vital. La imagen de una Luna mostrando cada noche menos luz, junto al Sol en su peregrinaje por las regiones más australes del planeta, provocando más frío y oscuridad en el norte, invitan al recogimiento y la reflexión.

Pocos días después, el jueves 24, el planeta Júpiter, regente del sol sagitariano, forma un ángulo recto con Plutón, el soberano de las profundidades y de la muerte, uniéndose así a la comparsa de estimuladores de procesos terminales. Este difícil aspecto entre los dos astros, que se repetirá dos veces más el próximo año, nos impulsa a la toma de consciencia en torno a aquello que ya ha cumplido su función, y ha dejado de tener vigencia.

Un día más tarde la Luna, con su silueta más delgadita y apareciendo sólo en las primeras horas de la madrugada, se convertirá en los días finales de la semana y del mes, en su modalidad Balsámica, acercándose cada vez más al Sol, y propiciando un ambiente para la sanación de viejas heridas y de dolores emocionales, a través de la compasión y el perdón.

La confluencia de estos cuatro acontecimientos astrales en esta semana, apuntan en la misma dirección: estamos en un período de recopilación de experiencias y de revisión de lo vivido durante este ciclo anual. La proximidad del mes de diciembre, junto a las condiciones climáticas de la época, invita al recogimiento y a la introspección.

Ha comenzado el mes astral de Sagitario. Es la imagen del Centauro, integración de la fuerza instintiva de la naturaleza animal, junto a la visión espiritual y trascendente de la condición humana. Es el caballo que recorre paisajes ilimitados, con su indómita fuerza, guiado por una inteligencia ávida de conocimientos y de sabiduría.

En esta época es más fácil conectarse con el optimismo, la mirada amplia y la visión integradora que provee la presencia solar en Sagitario, como el arquero que apunta la flecha hacia un objetivo lejano. Es la oportunidad para dejar a un lado las urgencias de la cotidianidad y buscar explicaciones sobre los asuntos de mayor cuantía, para así alcanzar una cosmovisión del mundo y de la vida, de la acción humana, de su sentido último y del misterio que encierra su propia existencia.

La combinación entre estas señales que a diario aparecen en el cielo, como espejo de nuestra realidad interna, que en este caso están ligadas a la finalización de tareas, etapas o procesos, y la apertura de la fase sagitariana del año astral, nos expone ante la necesidad de encontrar las claves para encausar nuestra energía en la senda que nos conduzca a la plena realización personal y colectiva.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: s58y

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