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La mafia de AMLO

Andrés Manuel:

Antes de explicar los motivos que me impiden en esta ocasión emitir mi voto por Morena, te recuerdo que no soy la típica «chapulín» que cambia de partido, según sus intereses personales y mezquinos. No, no soy como Gabriela Cuevas, la futura diputada plurinominal. Como recordarás, ella fue mi contrincante por el PAN en la elecciones federales para la diputación del Distrito X, en la delegación Miguel Hidalgo, en 2009. Si acepté la invitación del Partido de la Revolución Democrática y de Marcelo Ebrard, entonces jefe de Gobierno, fue para vivir en carne propia la experiencia y así comprender un mundo con el que de alguna manera he estado relacionada desde que empecé a escribir, siempre desde la izquierda, en 1982.

La campaña fue durísima. Para ella me asignaron 700 mil pesos, los cuales se redujeron a 300 mil por el pago de la propaganda televisiva, la cual, por cierto, nunca vi. Inútil decirte de qué manera tan despectiva e hiriente se expresaba Gabriela Cuevas de ti. Su oportunismo no tiene límites, de hecho nadie la quería como delegada de la Miguel Hidalgo, ni tampoco la querían en Acción Nacional y tampoco la querían en su familia. Su desempeño como jefa delegacional fue reprobada. «Es una gánster», me decían los que la conocían bien. «No tiene escrúpulos». Sin ton ni son, clausuraba establecimientos de la delegación Miguel Hidalgo. Como ahora lo hace con Morena, Cuevas se integró a la campaña de Vicente Fox. ¿Cómo olvidar que fue ella, junto con Carlos Javier Vega, quienes pagaron 2 mil pesos por concepto de fianza para evitar que fueras a la cárcel? Entonces tú consideraste la iniciativa, «como una sucia maniobra política». En ese tiempo no había semana en que no escribiera, en nuestro periódico al que llamas «prensa conservadora y fifí», acerca de López Obrador. Nunca me censuraron, no obstante mis textos en los que te apoyaba provocaban muchas críticas sumamente negativas. Te confieso que no me importaba, al contrario, pensaba que podía ayudarte con los «fifís».

En esa época, más que mi líder político, te consideraba mi amigo, a tal grado que te pedí que fueras testigo de mi boda civil. Allí tengo todas las fotos en donde apareces con Rocío. En los días en que a Fox se le ocurrió desaforarte y que te encontrabas muy preocupado, te mandé, para animarte, un óleo de Benito Juárez de un pintor anónimo. Durante tu campaña para jefe de Gobierno te organicé varios eventos, entre ellos un desayuno en el Club France. Me apena mucho recordarte todo esto. Si lo hago, es porque participaba espontánea y desinteresadamente. El López Obrador de entonces era menos oportunista, no era pragmático, ni invitaba a su partido a una bola de «chapulines» impresentables, como el cacique Sosa Castelán. Hace unas semanas, en el programa Primer Plano, del Canal 11 (junio 12, 2018), Paoli Bolio dijo a propósito de tus alianzas, visiblemente molesto: «Sosa Castelán es un político que fue cacique de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Estoy muy triste por Miguel Ángel Granados Chapa quien escribiera el prólogo de un libro (La Sosa Nostra, cuyo autor es Alfredo Rivera) en el que lo criticaba y Castelán lo demandó (…) el hombre más corrupto y está posesionado como un cacique en la Universidad de Hidalgo y no entiendo cómo López Obrador se lo lleva a Morena (…) se ha llevado gente de lo más podrido, de lo más sucio, ¿Qué va a ser de esto?». En la revista Proceso, número 2168, el reportero Rodrigo Vera cuenta cómo se dio el enlace para las 18 diputaciones locales. «Morena debe andarse con cautela, pues, lejos de aportarle votos, su alianza con el Grupo Universidad más bien podría restárselos debido al negro historial de Sosa», advierten.

Qué precio tan alto tendrás que pagar por tu pragmatismo sin límites. El 20 de junio se dio una terrible confrontación en Pachuca entre consejeros y militantes de Morena por la entrega de candidaturas. «AMLO Sí, Sosa No», decía una enorme manta. De nuevo más que unir, divides a los mexicanos. Por lo pronto, no voté por ti porque has creado tu propia mafia, cuyos nombres me reservo por lo pronto. Sé que en el fondo te vale, pero a mí no…

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