La cena de navidad en México es fruto del sincretismo cultural, mezcla de los indígenas con los españoles y los árabes, de acuerdo a la región en la que se vive.
A pesar de la imitación de la cultura norteamericana, aún se conservan las tradiciones: las posadas, la Noche de rábanos en Oaxaca y la procesión de la rama. Los Romeritos o revoltijo, se acostumbran en el centro del país. En la antiguedad formaban parte de la dieta de los aztecas. En esa época se preparaban con ahuautles, huevecillos de un mosco que vive en los lagos, de sabor parecido al camarón. Hoy en día se prepara con tortitas de camarón seco y molido.
El bacalao, pescado que se conserva en sal, tradición que debe su origen a los vikingos quienes resolvieron así la necesidad de conservar la comida. La costumbre de cómo cocinarlo se la debemos a los vascos que lo guisan con papas y aceite de oliva. En México se acostumbra al estilo vizcaína: jitomate, cebolla, ajos, aceitunas, chiles güeros, alcaparras y pimientos morrones.
Entre las bebidas tenemos el ponche y la Sidra, que es de baja graduación alcohólica y se obtiene de la fermentación del jugo de manzana. Esta era consumida por hebreos, egipcios y griegos y alcanzó su esplendor en el Medio oriente. Los españoles trajeron la costumbre de Asturias, México heredó la tradición y ahora se produce en Huejotzingo y Zacatlán de las Manzanas en Puebla.
El Ponche, se prepara con frutas de la temporada: guayaba, tejocotes, ciruela, caña, piloncillo y canela, y, para dar más calor al cuerpo, se le agrega “piquete” alguna bebida alcohólica.
Entre los platillos más populares están: los tamales con toda su variedad dependiendo de la región; la pierna y el lomo relleno de cerdo; el pozole, la birria y en las ciudades del norte del país, la carne asada.
El Pavo o guajolote, ave originaria de México, me recuerda mi infancia. Mi madre, meses antes de navidad compraba vivo el animal, muy al estilo francés le daba a beber alcohol para causarle una cirrosis y unos días antes de navidad, con un cuchillo le cortaba el pescuezo. Cuando se le escapaba, era un show ver al ave brincando sin cabeza, luego me causaba tristeza verlo en el horno.
El guajolote o pavo salvaje habitaba en el este y centro de México, Veracruz, Guerrero y Jalisco. En 1498 los españoles lo llevaron a Europa, en España inició su reproducción y otros países fueron desarrollando razas propias. En 1521 llegó a Inglaterra desde Turquía, razón por lo que se denomina en inglés turkey (turco). Los ingleses lo repatriaron a América del norte y en la región de Nueva Inglaterra, reprodujeron la raza bronceada mediante cruces entre el pavo doméstico y el salvaje que habitaba en los bosques de los montes Apalaches. El doméstico es el resultado de la selección artificial, durante 2000 años fue obra de los pueblos indígenas de las regiones centrales de México.
La producción intensiva se volvió popular a partir de la década de los cuarenta, gracias a la refrigeración. Al estar congelados pueden ser enviados en todo el mundo.
El Día de Acción de Gracias, celebración tradicional de E.U, tiene origen religioso y se le considera una festividad secular. El Thanksgiven en Norteamérica es más importante que la navidad, y en esa ocasión el pavo es el alimento principal. Incluso el Presidente hace un ritual durante el cual indulta un pavo.
En México, el Salvador y Honduras se denomina guajolote. Guatemala, Nicaragua y Costa Rica lo conocen como chompipe. Cuba y República Dominicana como guanajo. Colombia y Venezuela, como pisco. Lo cierto es que la carne del guajolote es de consumo popular por el volumen de carne que produce, entre ocho y diez kilos; el macho llega a superar los dos metros de altura. Es superior en calidad nutricional a otras especies, tiene menor contenido de colesterol y grasa, es un alimento proteico fácil de digerir.
La navidad es un estado mental que podemos conservar todo el año. Si quieren un año de prosperidad, siembren trigo, diez años de bienestar, siembren árboles frutales. Pero, si quieren una vida de acompañamiento, siembren amigos.