La cabra de los mares

El pasado miércoles 18 de febrero, en horas de la noche, se juntaron en el cielo nuestras dos luminarias: el Sol y la Luna. Ello marcó el inicio de un nuevo ciclo lunar, pero por ocurrir por segunda vez después del Solsticio de Invierno, constituye el momento establecido por la antigua sabiduría china para comenzar un nuevo año. Es el punto en que declina el invierno y comienza a prepararse la primavera. Este año reviste características especiales, pues se presenta con la lunación que en occidente corresponde al signo de los Peces, cuando ello siempre había acaecido con el novilunio acuariano. Es ése uno de los fenómenos astrales del conjunto de atipicidades que le dan a este 2015 un sesgo extraordinariamente peculiar.

La astrología de Oriente, sustentada en la cosmovisión china, se fundamenta en la consideración de los ciclos lunares, y no tanto en la posición aparente del Sol con respecto a las constelaciones siderales. Su ciclo anual utiliza como puntos referenciales la posición de la Luna con respecto a nuestro planeta y al Sol, tomando como punto de partida la segunda Luna Nueva de la estación invernal. El zodíaco está representado por doce animales, cada uno de los cuales representa una energía análoga a la de cada especie, y ese comportamiento tiende a manifestarse a lo largo de todo el periodo.

De esa forma, las cualidades propias de cada signo, o especie animal, se expresa cada doce años, variando de uno a otro, según el elemento de la naturaleza que le corresponda. Éstos son cinco: madera, fuego, tierra, metal y agua; sólo puede repetirse la combinación del signo y elemento cada 60 años. En esta ocasión las características del período comprendido entre el 18 de febrero del presente año y el 8 de febrero del próximo, se asimilan a las de la Cabra de Madera, tal como ocurrió en el año 55 del pasado siglo.

A la cabra (también asociada con el cordero) se le atribuye el sentido de realidad, la paciencia, la tranquilidad y la constancia, no se deja manejar fácilmente; aunque no es ambiciosa ni agresiva, no da su brazo a torcer, buscando satisfacer sus propias necesidades. Tales rasgos los combina con la cualidad de la madera: fuerte, persistente, colaboradora, útil, expansiva y estable. La mezcla de estas características permite inferir que el año que recién comienza será un período difícil y lleno de sorpresas. La aparente tranquilidad de la Cabra le permitirá descubrir territorios desconocidos en busca de sus objetivos, aunque manteniendo la resistencia ante ataques externos o ante cualquier pretensión de dominación, manteniendo siempre su espíritu rebelde.

Lo singular del nuevo año está en la condición que acompaña a este novilunio: su carácter pisciano, que lo diferencia de cualquier otro año caprino. La fuerza de las aguas indomables, la imaginación, el intangible mundo submarino emocional, la confusión y la evasión, propios del signo de los peces, le proporciona a los acontecimientos por venir un carácter extraño e impredecible. Coincide el comienzo del año con la llegada de Marte a su signo natural: Aries, desde donde podrá mostrar con gran vigor su cualidad guerrera y su tónica agresiva y violenta. Ha comenzado un año contradictorio, el de una Cabra que en lugar de pastar bucólicamente está sumergida en las profundas y desconocidas aguas marinas, nadando contra la corriente, con el impulso batallador de Marte.

LOS EVENTOS ASTRALES MÁS SIGNIFICATIVOS DE LA SEMANA (23 de febrero al 1 de marzo 2015)

Horario Costa Este América (+ 05:00 GMT).

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