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Fabián Soberón

La bicicleta

Uno de los mayores placeres de mi mamá fue andar en bicicleta. Cuando mi hermano y yo éramos niños, mi mamá nos cargaba en los canastos de la Brodensen negra y nos llevaba al centro del pueblo Juan B. Alberdi –en Tucumán– o a casa de mis abuelos paternos. La bicicleta no era sólo un medio de transporte. Era un método de pensamiento. ¿Cuántas cosas habrá pensado mi madre subida a su bicicleta sólida y negra? Seguro que allí, sobre el andar parsimonioso y armónico de las dos ruedas, decidió a qué escuela iríamos o cómo pagaría la cuota del colegio privado o, incluso, creo que allí decidió separarse de mi padre cuando el matrimonio no daba más.

Cuando mi mama tenía catorce años, hubo una huelga de ómnibus en la ciudad de Tucumán. Su abuela se llamaba Magdalena. Ella era una mujer delgada, baja, tierna y muy coqueta. Se empolvaba el rostro blanco y se ponía perfume aunque saliera a la despensa de la esquina. Como no había ómnibus, le pidió que la llevara en su bicicleta negra. La señora Magdalena quería ir a visitar una amiga en el barrio Villa Muñecas, de San Miguel de Tucumán. Ese barrio estaba lejos de la casa de mi bisabuela y había que atravesar todo el lado oeste de la ciudad para llegar.

Durante el viaje, contemplaron los árboles frondosos de la avenida Mate de luna, las callecitas desiertas, los pajonales. Cuando pasaban por la calle Italia, hubo un pequeño inconveniente. Para esquivar uno de los muchos pozos, mi mamá hizo un movimiento brusco, la rueda trastabilló y la viejita casi se cae. Hubo consternación y susto, en un instante fatídico, y todo se resolvió en una risa apagada. Luego pasaron la desprolija calle Viamonte. Al llegar a mitad de cuadra, antes de la esquina convenida, la señora Magdalena, señorial, le pidió a mi mamá que la bajara. Ella, sorprendida, le preguntó por qué.

La viejita, pícara y orgullosa, con una voz suave y amable, le dijo que le daba vergüenza que su amiga la viera bajar de la bicicleta.


Fragmento del libro Mamá. Vida breve de Soledad H. Rodríguez, Ed. Culiquitaca, 2013.

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