La Estrella Solar viene regresando de su incursión por territorios del norte. Va acercándose progresivamente a la zona ecuatorial, desde donde nos transmitirá la sensación de equilibrio. Ya el planeta Venus se le adelantó y se ha posesionado de esa zona geográfica, desde que comenzó el noveno mes del año.
Simultáneamente a su travesía de norte a sur, el planeta del Amor y la Belleza inició su tránsito por el sector zodiacal identificado con la balanza. Con esa incursión, tanto a nivel de la latitud terrestre como de la longitud celeste, Venus se esmera en transmitirnos la noción de paz, equilibrio, armonía y unión.
En un par de semanas, el Sol repetirá la acción de Venus, y de forma sincrónica volará por encima del ecuador planetario y se introducirá en el signo de Libra, para darle más preponderancia a la cualidad equitativa de esta etapa del año, cuando Sol y Venus comiencen su recorrido simultáneo por la segunda mitad de la rueda zodiacal, y se produzca el fenómeno astrofísico del Equinoccio, otoñal en el norte y primaveral en el sur.
Antes de que ocurra el Equinoccio, y siguiendo el ejemplo de Venus, esta semana llega al signo de Libra el más grande de los planetas del sistema solar: Júpiter. El viernes 9 del nueve, el astro que comparte con Venus el mayor esplendor nocturno, comenzará su tránsito por el signo de Libra. Venus brilla más por su cercanía a nuestro plantea y Júpiter lo hace, por la enormidad de su tamaño.
A lo largo del año, los dos planetas más luminosos van turnándose el privilegio de ser la estrella que más brilla en el firmamento nocturno. Se estima que la conjunción Venus-Júpiter contemporánea al nacimiento de Jesús (Estrella de Belén), fue considerado el evento astronómico que seguían los Magos de Oriente, como señal del nacimiento de un nuevo rey en Judea, por el extraordinario resplandor que juntos proveían durante aquellos días.
A diferencia de Sol y Venus, que pasean por Libra cerca de un mes cada año, Júpiter lo hace una vez cada docena de ellos, y prolonga su estadía en esa zona del cielo durante trece meses. En esta ocasión, Júpiter permanecerá en Libra hasta el 14 de octubre de 2017. No visitaba esta región sideral desde el período septiembre 2004 – octubre 2005.
El tránsito de Júpiter por Libra le da a este período una condición peculiar. El astro de los procesos de expansión, de la magnanimidad, de la Justicia y de la abundancia, se impregna del espíritu de tolerancia, armonía, equilibrio, justicia y paz que proporciona el único signo representado por un objeto, la balanza, (los demás son animales o personajes mitológicos). Esa herramienta creada por el hombre, se utiliza para encontrar el punto de equilibrio entre dos elementos y determinar el peso exacto de uno de ellos, por su precisa equivalencia con el otro.
No es casual que bajo la presencia de Júpiter y el Sol en Libra, ambos en exacta conjunción, se firme un tratado de paz entre el gobierno y las fuerzas armadas insurrectas de Colombia (FARC-EP), el próximo 26 de septiembre en Cartagena, y que el pueblo colombiano lo ratifique, con la bendición de la Luna Nueva librana y jupiteriana, el venidero 2 de octubre, después de más de medio siglo de violencia desmedida. Por algo, en esta ocasión, Júpiter acompañará al Sol en el Equinoccio, atravesando juntos la línea ecuatorial, cuando se inicie el período anual de Libra (22 de septiembre).
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