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jacqueline goldberg

HAMBRAZA

Lo malo de acostarse sin comer es
que si te desmayas nadie se da
cuenta y al día siguiente no te puedes
parar a jugar porque estás muerta.

Niña de seis años en comentario
a Inés Peña Madriz

Aquella pobreza no sólo era hambre
en el estómago. También era hambre
de vitalidad. Hambre de frases
y gestos. De hablar en voz alta. Hambre
de risa. Hambre del ruido que hace la
vida.

Herta Müller

 

[I]

Del hambre. De mucha hambre.
Venimos.

No tengo hambre.
No he tenido hambre.

Pero pienso en ella.
Es filial.

Hubo miel en mi desayuno de hoy.
También leche.
Como en la promesa.

Anoche pan.
Mendrugos de sacrificio.
Del milagro acaso.

Poco sé de terca hambre.
Poco sé de un poco de hambre.

Mi padre padeció hambre durante la guerra.
Después ya no.
Aunque siguió en la pavura.
Por eso tragó hasta enfermar.

Mi abuelo murió con cáncer en el estómago.
Treinta años temimos esa herencia.

El día antes de irse,
ya en terapia intensiva,
preguntó mi padre si tenía lo maligno,
si mentíamos.

Fue su hígado.
Las perplejidades de su pequeño hígado.

En la víspera vomitó verde.
Dicen que era casi hermoso.
Verde césped,
verde manzana,
verde esmeralda.

Nadie dijo hiel.

Comía la última vez que nos vimos.
Ese desayuno era importante.

Pidió más jugo de lechosa.
Lo sólido ardía.

Cuando regresé, tres horas más tarde,
todo era resto.
De mi padre.
Del desayuno.

De todas maneras le hablé.
Besé su mano montañosa.
Era yo la fría.

Hemos olvidado cuán anchuroso llegó a ser.

El hambre, el miedo al hambre,
lo llevó a tragar sin medianías.

También temo morir de voracidad.
Perpetrar una llenura, un arrebato, una fé.
Creer que no habrá más.

 

[II]

El hambre es un vacío.
No es sino un vacío,
dicta Siri Hustvedt

Marisma de amarres mohosos.
Disolución de una última verdad.

El hambre es conocimiento.
Tener hambre es la cosa primera que se aprende,
dicta Miguel Hernández.

También es dejar de entender.
Sabiduría obscena,
torcedura que no conduce.

Nada se parece tanto al hambre
como el hambre.

Cruje con precipicio,
menguada es su ficción.

 

[III]

Tantas hambres el hambre.

Hambre de despoblado,
de saciado,
de migrado,
de quien ya nada espera.

Es más bien la sensación
de haber engullido todo un vacío cósmico,
dicta Haruki Murakami.

Pueden advertirse paraísos en el vaciamiento.

El hambre devora casi todo el arte,
dicta Herta Muller.

Escribir es un modo de localizar mi hambre,
dicta Siri Hustvedt.

Aguardar se ha hecho filo, catástrofe.
El hambre es inversa a casi todo.

Tomar el fruto apropiado a cada hambre,
cuidar que no caiga del árbol,
dicta Edmond Jabès.

 

[IV]

Se trata de custodiar un hambre.
Arroparla,
enseñarle a rezar.
Darle pecho, vocablos.
Preguntar por su noche.
Arrojarle fracaso.

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