¿Qué hace a una ciudad mejor que otra? ¿En donde radica su belleza? ¿Qué comparten las grandes Metrópolis mundiales? Son algunas de las preguntas planteadas en el film “The Human Scale” de Andreas Dalsgaard, donde el Arquitecto danés Jan Gehl, nos propone su visión respecto a los mayores dilemas que enfrenta el Urbanismo en la actualidad, desde la búsqueda de Ciudades sustentables y la globalización hasta el colocar al humano como parte esencial de esta ecuación.
Luego de muchos años, diseñando ciudades más aptas para los automóviles que para los humanos, hemos intentado recuperar el foco de la atención en la personas, así lo demuestra Jan Gehl con sus estrategias urbanas sobre Copenhagen, y el éxito de las mismas; planteó un nuevo paradigma urbanístico. Repensar la mirada sobre el espacio peatonal y publico se torna un tema de urgencia ante la intervención de estos mismos, y se corroboró en New York a través de nuevas estrategias urbanas en donde el peatón ganó la calle; suena casi irónico que “Time Square” tuviera que recuperar su voluntad de plaza ante el trafico exacerbado de “la Gran Ciudad,” pero el crear ciudades más aptas para nosotros tiene que ser un tema prioritario en nuestras políticas públicas.
El ser humano, ser social ante todo, necesita intersticios urbanos, en donde poder relacionarse, reflexionar, y observar. Y acá es donde las piezas de este rompecabezas empiezan a organizarse. Toda ciudad considerada bella desde la antigüedad fue famosa por sus espacios públicos, los recorridos peatonales que generan las urbes interrelacionados con monumentos y plazas son características de las grandes urbes del mundo; el espacio publico es el eje en donde radica gran parte de su belleza y atracción no solo para el turista, si no también para sus residentes. Me surge la necesidad de plantear una correlación entre los espacios públicos, el crecimiento y el auge de una Ciudad, y el hecho eminente de una correlación entre la percepción de una ciudad más próspera, y el hecho que posea políticas publicas de escala mas humana.
En palabras del Arq. Gandelsona, cuando hablamos de la fantasía urbana, “La Ciudad representa para la Arquitectura un juego abierto de diferencias dentro de un campo de formas potencialmente infinito” el arquitecto o urbanista siempre se encontrará adelantado o atrasado al tiempo de la Ciudad; pero ante este problema podremos quizás encontrar maneras más humanas de afrontar lo que enfrentamos en nuestras Ciudades contemporáneas. Estoy segura de que la Ciudad siempre tendrá otro tiempo, pero no puedo ignorar las predicciones de sobrepoblación mundial eminentes. La sustentabilidad es un tema que parece pertenecer a una campaña mundial que toca nuestras puertas como otro producto mas que consumir, y es a veces tomado a la ligera por el hecho de parecer algo lejano, algo que aún no afecta a nuestras vidas directamente.
Repensar nuestra calidad de vida, y la de nuestro medio ambiente será algo fundamental para los años venideros, ganarle las calles al automóvil como plantea Gehl deberá ser parte de nuestras políticas públicas inmediatas no solo como un recurso para embellecerlas, si no como una necesidad para subsistir.