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Podría iniciar esta columna semanal a las puteadas porque ya no sé cuántos días llevamos encerrados, pero la verdad, aunque mucho crean que lo de la pandemia es algo montado por los medios, que salgamos a la calle de una vez y “sálvense los que puedan”, les digo que es una cosa real y tenemos que cuidarnos. Si ya sé que muchos se han quedado sin trabajo, y que tenemos que arrancar de una buena vez con la normalidad porque si no la economía no aguantará más. Pero como decía mi abuelita: “Con salud, se consigue todo”

Ojo no quiero hacer de este espacio un texto de autoayuda ni mucho menos, pero considero que, en medio de tanto drama, y con la sobreexposición que tenemos de todo lo que pasa en el mundo, está bueno detenerse a pensar y sopesar qué cosas hemos ganado este año. Sí, no me volví loco, estoy hablando del 2020.

Ya sé que mucha gente dirá “Pero Juanette si estamos viviendo la pandemia más grande de la humanidad, no ha ocurrido nada tan terrible como esto ¡Juanette! Estamos viviendo el apocalipsis… chiques, lamento desilusionar a los fatalistas, pero no es así. Paso a argumentar mi punto, antes de que me linchen públicamente:

¿Estamos viviendo una época terrible con esto de la pandemia? Claro, sin duda, un momento con muchas personas muertas, con índices de desempleo altísimos, y con una economía que se derrumba, es una gran tragedia. Pero el punto es que no es la única de la historia.

Lo que les quiero contar es que la frase: “Esta es la peor época en la historia de la humanidad” se ha dicho siempre. La dijeron en el siglo XIV con la peste negra, la dijeron durante la I y II guerra mundial, también en 1929 cuando se desplomaron las bolsas (la de valores, no las de plástico), y seguramente en 200 años lo seguiremos diciendo.

Hay un pasaje escrito por Ernesto Sábato en El Túnel que dice así: “La frase ‘todo tiempo pasado fue mejor’ no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que -felizmente- la gente las echa en el olvido». Yo coincido con este vecino de Santos Lugares ¿Y ustedes?

Les diría que ya es tiempo de sobreponernos, tenemos que aprender a vivir con el virus, al menos hasta tener la vacuna. Así que dejemos de despotricar al 2020, porque fuimos nosotros los que le dijimos “2020 sorpréndenos” y vaya que lo hizo ¿no?

Comencemos a ver el vaso medio lleno, y hagamos un balance de las cosas positivas que logramos en este tiempo. Yo por ejemplo tenía esta columna abandonada, porque, según, tantos shows no me dejaban tiempo para escribir (pero quién me creía), pero ¿Saben que descubrí? Que no estaba organizando mi tiempo para ser más efectivo. Simplemente me metí en un torbellino de cosas, que muchas veces no podía manejar. En resumen, aproveché este tiempo para detener el balón y repensar hacia dónde va mi vida y la verdad ahora me siento muy enfocado.

Por último, quiero aclarar que no estoy de acuerdo con aquel adagio cuarentenal que dice: “Si en este tiempo no sales con un libro nuevo, un proyecto nuevo, un idioma nuevo o algo nuevo, entonces perdiste el tiempo”.

La verdad si usted se tomó esta etapa para ponerse al día con las series, o simplemente ver el techo, es cosa suya, eso no lo hace un mal ser humano.

El llamado es a no dejarse llevar por la frase “Se perdió este año”, más bien pregúntese qué ha ganado.


Ilustración por: Alexander Almarza ©

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