El grupo poético Fuego de Luna celebró a Gabriela Mistral, la poeta chilena, en el 70 aniversario de su premio Nóbel (1945) como primera mujer y representante de América Latina.
Este pasado 20 de octubre por la noche, se llevó a cabo una doble celebración en el icónico Hispanic Society of America. Este museo, o quizá deberíamos denominar tesoro de arte europeo e iberoamericano en Nueva York, celebró el 70 aniversario de la premio Nóbel chilena Gabriela Mistral.
La poeta, educadora y diplomática chilena dejó un legado no sólo de poesía, sino como visionaria de la región latinoamericana, como redentora de la dignidad de las mujeres y de los niños, y revolucionaria del espíritu transformador en la educación, dejando a su país muy en alto en todo el mundo. Una mujer guerrera que denunció los hitos de su época tales como el fascismo y la guerra mundial además que llegó a ser premio nacional de literatura en Chile y primer representante de Latinoamericana y primera mujer premio Nóbel de literatura en 1945; recibiendo el premio a la par de personajes como Alexander Fleming por haber descubierto la penicilina.
El museo, que posee un retrato de Gabriela Mistral del pintor José María Mezquita, acompañó con su presencia la noche de recital poético.
La tertulia comenzó con uno de los poemas más famosos de la poeta, Besos, a tres voces de las poetas de Fuego de Luna con trasfondo de la guitarra de Paul Jared Newman. Asimismo, las integrantes del grupo Fuego de Luna, Maureen H. Altman, Linda Morales Caballero y Silvia Siller celebraban un año de actividades de su grupo y qué mejor que recogiendo la antorcha poética de Mistral para contribuir con el enriquecimiento literario de lengua española en Nueva York.
Para las integrantes de Fuego de Luna, la poesía es una búsqueda más allá del umbral de lo tangible dónde sólo las emociones, la magia y el instinto son las brújulas. Son tres mujeres que viven la poesía desde su perspectiva, cada una con su estilo propio, íntimo y subjetivo; y quienes, como grupo, invitan a la búsqueda personal de la riqueza interna para ayudar a interpretar, entender y sanar nuestra humanidad dignificándola más allá de todos los eclipses.
Se comenzó hablando sobre la vida de Gabriela Mistral y leyendo una muestra de su poesía. Acto seguido, las tres poetas presentaron a su grupo y cada una leyó sus propios poemas con acentos originales, algunos con algo de canto y otros, con algo de coreografía dancística flamenca o ritmo de guitarra que le aportaron a la noche otra dimensión. El público alrededor disfrutó una gran noche espectacular dentro de un marco realmente excepcional. El aniversario concluyó con un coctel en el magnánimo salón de los murales del pintor valenciano Joaquín Sorolla.