La algarabía que acompaña cada comienzo de año es como la celebración de la vida frente a la muerte. La alegría de lo novedoso desdibuja la amargura del final y enfrentamos con renovadas energías los retos que habremos de asumir.
ViceVersa Magazine empieza el 2019 con el aporte de muchas de las firmas que nos vienen acompañando desde hace años y otras nuevas. Y con nuevo ímpetu y muchos proyectos, entre ellos el primer evento de Bitter Laughter, Arte y Activismo, que realizaremos el 14 de marzo, en el acogedor espacio The New Work Project, en Brooklyn. ¡Ya les daremos mayores detalles!
Estamos conscientes, más que nunca, de la importancia de la cultura en todas sus facetas, como único baluarte ante la barbarie que nos acecha en todo el mundo.
Tanto en Europa como en el continente americano asistimos a la consolidación de movimientos nacionalistas, xenófobos, homófobos y racistas, que nos arrojan hacia tiempos que creíamos borrados. Las sociedades, permeadas por un individualismo brutal, son presas fáciles de populistas ignorantes y violentos, la democracia como forma de gobierno está en crisis, los vendedores de armas financian a los vendedores de sueños, y la vida se vuelve siempre más difícil no solamente para los sectores más vulnerables, sino también para quien no está dispuesto a dejarse llevar por la ola del odio y del resentimiento. Estos, muchas veces, tienien como única arma la escritura, el arte, la música.
Crece el número de periodistas asesinados, agredidos, amenazados. Este miércoles, en Ghana, mataron con tres disparos a Ahmed Hussein Divela, uno de los periodistas de investigación del equipo de Anas Aremayaw Anas, el reportero africano más temido del continente. Junto con él, trabajando de incógnito, Hussein Divela había desenmascarado a decenas de políticos corruptos. Gracias a sus encuestas había obligado a dimitir al poderoso presidente de la Federación de Ghana de futbol y a cincuenta árbitros. Ahmed tenía 34 años. Es uno más de una larga lista de personas que se juegan la vida por la verdad.
Dialogar se vuelve siempre más difícil, no solamente entre personas de diferentes países, razas y religiones, sino también entre sectores de una misma sociedad.
Dolor y desconcierto deja en Colombia, el reciente atentado terrorista contra la Academia de Policía de Bogotá, la más importante del país. Murieron 20 cadetes, todos ellos entre 17 y 22 años, y quedaron heridos otros 70. El Gobierno ha responsabilizado al ELN (Ejército de Liberación Nacional), grupo guerrillero con el cual hubo varios intentos de diálogo, todos fallidos. Según la Fiscalía el autor material del atentado fue el especialista en explosivos José Aldemar Rojas Rodríguez, quien sería también un instructor de los miembros del ELN establecidos en Venezuela.
Amplios sectores de las sociedades de América Latina y el Caribe siguen viviendo en condiciones de pobreza extrema. Una de cada 10,2 personas, según el informe de la Cepal, Panorama Social 2018. Es la cifra más alta en una década y, aún así, está muy por debajo de la realidad ya que no se pudo incluir Venezuela, un país que está viviendo una verdadera crisis humanitaria por la carencia de alimentos y medicinas. Lamentablemente el gobierno de ese país no aporta datos confiables desde 2015.
Pobreza, delincuencia, narcotráfico y persecuciones políticas, son algunos de los males que impulsan las migraciones masivas. Desde Venezuela ya salieron más de dos millones de personas y las caravanas de migrantes centroamericanos siguen transitando caminos hostiles que muchas veces son boletos seguros hacia la muerte.
Photo Credits: Andrea Arroyo, Build Love Not Walls
En el mientras el Presidente Trump, en Estados Unidos, con tal de obligar a los demócratas a aprobar la construcción de un muro en la frontera mexicana, tan insensato como inútil, mantiene paralizado el país con graves consecuencias para el personal administrativo y muchos servicios públicos. Los migrantes son el blanco hacia el cual está polarizando la atención de los sectores más reaccionarios, de esa base electoral que podría empujarlo hacia un segundo período de presidencia. Con su retórica twiteada, Trump transforma la realidad amoldándola a sus intereses.
A pesar suyo, el sueño americano sigue siendo un espejismo incorruptible aun cuando para muchos se traduzca en dolor, muerte y desgarres familiares. Se multiplican las denuncias que muestran cómo el número de los niños que han sido alejados de sus padres es mucho más alto del que se suponía.
Son momentos difíciles, oscuros. Sin embargo así como crecen y se refuerzas los sectores más violentos e insensibles de las sociedades, también aumenta el número de quien está consciente del peligro que corre la humanidad y está dispuesto a luchar. Sabemos que hay que evitar laceraciones irreparables de ese tejido construido con tanta paciencia tras los daños dejados por las guerras y las dictaduras.
Si algo está claro para todos es que este no es un tiempo para la indiferencia.