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jose bernardo gomez

Efectos lunáticos

Durante los próximos días, en su habitual recorrido alrededor de nuestro planeta, la Luna se irá distanciando de la posición del Sol. A medida que se aleja de él, irá aumentando su superficie iluminada y reflejando sobre nosotros mayor cantidad de luz, cada noche. Es lo que sucede esta semana, cuando percibimos la fase creciente de nuestro satélite.

Al llegar al punto opuesto al Sol, la Luna formará con él y con la Tierra, una línea recta en el espacio sideral, con nuestro planeta en el centro de sus dos luminarias, ubicadas en posiciones antagónicas, ése será el momento exacto del Plenilunio, que ocurre de forma regular cada cuatro semanas.

Cada vez que se presenta una situación como la descrita, las ondas de energía provenientes de nuestros dos luceros principales, alteran el flujo natural de las fuerzas físicas que interactúan en el globo terráqueo, provocando fenómenos visibles, como las mareas; pero también, otros no detectables a través de los sentidos, pero que afectan igualmente las condiciones mentales, psíquicas y, sobre todo, emocionales, de quienes hacemos vida sobre la superficie terrenal.

El viernes 10 se presentará nuevamente una situación con las características señaladas: será la Luna Llena de febrero. En horas de la noche, cuando la Luna transite por los 22 grados del signo de Leo, se alineará con nuestro planeta y con el Sol. Este plenilunio tendrá un carácter diferente, ya que, por su ubicación con respecto a la inclinación del eje terrestre, la Luna atravesará una parte de la sombra que proyecta la Tierra, de la luz proveniente del Sol.

En las primeras horas de la noche del viernes 10 de febrero se producirá el primer Eclipse de Luna de este año 2017. Se trata de un Eclipse de Penumbra, lo que quiere decir que su luz no se ocultará total o parcialmente, sino que tan sólo se vuelve opaca durante unas cuatro horas. En el continente americano coincidirá con las primeras horas de su presencia en el firmamento

El próximo viernes, el faro lunar estará encendido durante toda la noche. Será la única noche del mes en que su presencia se prolongue doce horas, desde el crepúsculo del viernes hasta la aurora del sábado. En esta parte del mundo, apenas la Luna aparezca por el horizonte oriental no podrá exhibir su brillo habitual, pues estará comenzando a sumergirse en la tenue sombra terrestre hasta alcanzar, dos horas más tarde, la mayor debilidad de luz (a las 20:45 de ese día). Después de eso, a medida que siga ascendiendo en el cielo, la Luna irá recuperando su esplendor.

Éste será el tercer eclipse penumbral consecutivo, y el primero que podrá ser observado en esta zona del planeta, desde que se produjo el ocultamiento total de Luna, en septiembre de 2015. Los próximos tres eclipses lunares tampoco podrán ser observados desde América, hasta enero de 2019. Los efectos físicos y psíquicos de todo fenómeno eclipsal aumentan en proporción a su dimensión y características, así como a la posibilidad de su percepción directa.

El alineamiento perfecto entre el Sol, la Tierra y la Luna, en el eje de los 22° de Acuario-Leo, se produce la noche del viernes 10 y once minutos más tarde se presentará la máxima disminución del brillo lunar, instante de plena manifestación del Eclipse de penumbra. Como consecuencia de ambos fenómenos, alineamiento astral y alteración de la luminosidad lunar, se produce una modificación en la vibración energética, que se expresará de variadas formas en el desarrollo de los acontecimientos en nuestro planeta, tanto a nivel individual como colectivo.

La manifestación de los efectos del Plenilunio y de su oscurecimiento son de diversa cualidad: en el orden físico y en el orden simbólico; y se expresan también en diferentes niveles temporales: en lo inmediato y en momentos posteriores. Lo significativo es la consideración de la profunda conexión existente entre la vida humana en el planeta Tierra y los fenómenos astrofísicos que se suceden en paralelo.

El recién estrenado presidente de los Estados Unidos nació en un año muy especial (1946) que produjo hasta seis eclipses y tres presidentes a esa nación. Uno de los eclipses coincidió con la fecha natal del Sr. Trump. Apenas media hora después de su nacimiento comenzó el proceso de ocultamiento total de la Luna Llena de ese día. Ahora, setenta años después, la humanidad se prepara para conocer los efectos que aquel fenómeno astrofísico produciría en ese ser, tan polémico y controversial, cuyas decisiones pueden hacer cambiar el mundo.


astrologuia.wordpress.com

Photo Credits: kindofbluee

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