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Eduardo Almirantearena: construyendo puentes entre Argentina y NY

NUEVA YORK: De Roma a Nueva York. Eduardo Almirantearena, Cónsul General Adjunto y Ministro Consejero de Cultura de la República Argentina, ha llegado hace pocos meses a Nueva York tras pasar casi seis años en la Embajada de su país en Roma y una temporada en Buenos Aires, en el departamento de ceremoniales del Ministerio de Exteriores.

Experiencias diversas en contextos muy diferentes, pero Almirantearena enfrenta los cambios con gran profesionalidad y energía. El Consulado de Nueva York abarca un área que va desde el estado de Nueva York hasta la frontera con Canadá y se estima que en él vivan alrededor de 70mil argentinos.

Su trabajo prioritario, en calidad de Cónsul Adjunto es, antes que nada, asegurar que a sus connacionales sean garantizados todos los servicios que puede necesitar alguien que vive o transita por turismo o por estudios, en otro país.

– Lo primordial para nosotros – nos explica – es ofrecer asistencia y acompañamiento a nuestros ciudadanos que viven aquí. Las necesidades que se presentan son distintas, desde el despacho de la documentación hasta la asistencia en cuestiones familiares, problemas con la justicia, que por suerte son muy pocos, accidentes de tránsito y en casos muy extremos ayuda económica-.

Es obvio que una sede tan prestigiosa como la de Nueva York abarca mucho más. Ofrecer un impulso a las relaciones comerciales entre los dos países, posicionar productos argentinos, asistir a los empresarios que quieren participar en Ferias es una parte muy importante del trabajo que desarrolla el Consulado de Argentina en la Gran Manzana. La oficina comercial del Consulado es muy activa y ofrece informaciones y asistencia a todos los que están interesados en posicionar sus productos en los Estados Unidos así como a los norteamericanos que quieren ingresar en el mercado argentino.

–  Nuestro consulado en Nueva York – explica el diplomático – así como la mayoría de los que están en grandes ciudades importantes del mundo se desempeña también como centro de promoción.

– ¿Cuáles son los sectores económicos de Argentina que despiertan mayor interés en los Estados Unidos?

– El vino es uno de los que se ha ganado una buena posición en todo el país. Este sector ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos 10 años. También son importantes los de la carne y de los productos gourmet. Otras áreas de nuestra economía que encuentran un buen mercado en los Estados Unidos son la del software y también la del turismo. A partir del 15 de diciembre Aerolíneas Argentinas reanudará vuelos directos desde Buenos Aires a Nueva York para satisfacer el flujo constante del turismo.

El Cónsul Almirantearena agrega que la economía argentina se ha diversificado mucho.

– A veces se acercan al Consulado empresarios que operan en sectores poco tradicionales pero con productos que pueden encontrar un espacio en el mercado norteamericano. Es el caso del design, la artesanía y la moda. Argentina empieza a tener un buen posicionamiento en esos ámbitos.

Todos ellos encuentran asistencia, promoción y apoyo en la oficina comercial que cuenta con personal calificado y competente.

–  Estamos impulsando también las economías regionales a través del turismo y la artesanía. Queremos que en Nueva York lleguen a conocer también regiones menos visitadas como por ejemplo la Patagonia y el norte del país.

Almirantearena es un refinado intelectual y quizás sea esta una de las razones por las cuales le fue asignada una sede tan importante a nivel cultural como Nueva York.

Aquí el posicionamiento de cualquier país, tanto a nivel económico como social, requiere necesariamente de una positiva inserción en el mundo cultural. Lograrlo en una ciudad como Nueva York, en la cual confluye lo mejor de la cultura de todo el mundo, es un gran reto, aún para las naciones que tradicionalmente gozan de respeto y tradición en ese ámbito.

Almirantearena lo sabe y por eso, desde el momento de su llegada no sólamente ha mantenido la programación adelantada por su antecesor, sino que ha ido agregando nuevas iniciativas y también ha reforzado estrategias de conexión con instituciones que desarrollan actividades culturales para el mundo hispano como es el caso de la librería McNally Jackson y muchas otras. También se ha activado a nivel académico para impulsar las relaciones universitarias entre los dos países.

El Consulado de Argentina tiene una sede que permite la realización de diferentes eventos culturales. Hay dos salones, amplios y luminosos, en los cuales pueden exponer artistas plásticos y un hermoso auditorio perfecto para proyecciones, conferencias, conciertos.

El Ministro Consejero de Cultura imprimió gran energía a este sector y además de organizar una serie de eventos internos para utilizar de la mejor manera posible los espacios que tienen a disposición, ha organizado un calendario cultural que se desarrolla en otros prestigiosos lugares de la ciudad.

Uno de los eventos más exitosos ha sido el ciclo de cine que, desde el mes de julio, dedica un jueves a una película argentina.

– Entre septiembre y octubre – nos dice con una sonrisa de orgullo – hemos tenido muchos eventos relacionados  con el cine porque tres películas argentinas han sido seleccionadas para participar en el New York Film Festival.

El cine argentino en los últimos años ha tenido un gran desarrollo en temáticas y en calidad y por primera vez tres películas argentinas han sido seleccionadas para el prestigioso Festival de cine de Nueva York que reúne las mejores producciones de todo el mundo.

Se trata de “Jauja” de Lisandro Alonso protagonizada por Viggo Mortensen, que recibió el premio Fipresci de la crítica internacional en la sección “Una cierta mirada” del Festival de Cannes, «Dos disparos» de Retjman, historia de un joven de 16 años que encuentra una pistola en su casa y se dispara a sí mismo dos veces y «La princesa de Francia» del director Matías Piñeiro, protagonizada por Julián Larquier y Agustina Muñoz.
Hay que añadir que Armando Bo y Nicolás Giacobone, ambos argentino, fueron coguionistas de “Birdman”, de Alejandro González Iñárritu.

– Otro ciclo muy interesante – agrega el Cónsul Almirantearena – es el que lleva adelante el director Matías Piñeiro en el Anthology Film Archives, bajo el título “Bridges over Argentinean Cinema”. El conocido cineasta ha seleccionado viejas películas con las cuales va creando un recorrido en el tiempo hasta llegar a la actualidad.-

Piñeiro dedicó este ciclo al cineasta y guionista Eduardo de Gregorio cuyas películas necesitan urgentemente ser restauradas.

Además de ofrecer apoyo a los realizadores cinematográficos argentinos, Almirantearena también está dando gran espacio a la literatura. Poetas y novelistas tienen la posibilidad de presentar sus libros en el mismo Consulado y en otros lugares prestigiosos como la librería McNally Jackson y también participar en Festivales como el Festival de Poesía de las Américas que concluyó la semana pasada, en el Instituto Cervantes, con un acto muy emotivo en el cual se cruzaron versos y música.

Los encuentros literarios que estamos organizando empezaron con un homenaje a la poeta argentina Diana Bellessi – subraya Almirantearena – La semana pasada estuvo con nosotros la escritora María Negroni y en colaboración con la librería McNally Jackson vamos a organizar una serie de eventos en diciembre para conmemorar a uno de nuestros más importantes escritores: Julio Cortázar. Habrá mesas redondas, conferencias, lecturas, cine basado en la obra de Cortázar y una exposición-.

Para los artistas plásticos interesados en abrirse un espacio en Nueva York y proyectar sus obras a nivel internacional el Consulado ofrece todo tipo de asistencia y soporte abriendo sus espacios expositivos pero también ayudando a crear contactos con galerías de la ciudad.

Lo mismo vale para la música. El reciente y exitoso festival de cultura organizado por “Pan American Musical Art Research (PAMAR)” dirigido por Polly Ferman que incluía varios espectáculos de tango bajo el título “Shall we tango” fue inaugurado en el Consulado.

En el 2015 queremos continuar con la promoción del cine, el arte y la literatura. En lo que se refiere a la música vamos a incluir en la programación, además del tango y la música clásica, la música folclórica y también el jazz. Hay varios músicos de jazz argentinos en Nueva York y en nuestro país este género musical está en gran desarrollo-.

– En los últimos años ha crecido notablemente la emigración de cerebros desde América Latina hacia Europa y Estados Unidos. Es increíble la cantidad de jóvenes altamente calificados que están en Nueva York. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Es verdad, en los últimos años, una gran cantidad de jóvenes sumamente preparados han emigrado de nuestros países. Muchos lo hicieron para huir de las crisis que cíclicamente han golpeado la región y por lo que se refiere a Argentina el peor momento fue el que vivimos entre 2001 y 2002. Debo decir que en estos últimos tiempos también hay una tendencia a regresar, cosa que nos satisface mucho-.

Para evitar perder tanto talento, Argentina está promoviendo unas redes que permitan crear puentes de comunicación entre especialistas argentinos que viven en patria con otros que están en el exterior. El Ministerio de Ciencia y Tecnología ya puso en marcha una importante red de científicos. El Consulado de Nueva York se sumó a esta iniciativa y esta tarde habrá una reunión de los científicos argentinos que viven en la circunscripción.

Almirantearena es un fino diplomático y cuando, para serrar nuestra entrevista, le pedimos que nos trace las similitudes y diferencias que registró entre su trabajo en Roma y el de ahora en Nueva York, subraya antes que nada las similitudes:

El espíritu de nuestra carrera es el de prestar un servicio, a la comunidad y a nuestro país. Es lo que nos da mayor satisfacción, estemos donde estemos.

Luego hablando de las diferencias agrega:

Nueva York es una ciudad con una dinámica propia muy marcada. No conoce pausas y es un mercado muy competitivo tanto para los productos económicos como culturales. En Italia la vida es más calmada, los lazos históricos que unen a los dos países dan una inmediata sensación de familiaridad. Aquí la realidad es distinta, no porque haya un ambiente hostil, sino porque el país, y sobre todo esta ciudad, tienen otro ritmo-.

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