Lo primero que venía a mi mente al escuchar la palabra diario era escribir lo que había hecho durante el día -que comí, a quien vi, etc. Eso no sonaba muy interesante para mi, especialmente después de haber llevado un diario en mi adolescencia con las experiencias y pensamientos que no deseaba compartir con nadie y que terminó siendo leído por mi madre. ¡Imagina la experiencia!
Sin embargo, siempre observé y escuché a personas de éxito hablar sobre la importancia de llevar un diario. Estuve interesada y traté de hacerlo en diferentes ocasiones sin tener mucho éxito. Escribía por unos días, luego lo olvidaba y lo retomaba un mes más tarde. Finalmente, decidí comprometerme a escribir con constancia. Escribía lo que se me ocurriera, simplemente permitía a mi mente expresar todo aquello que no decía a otros y aquello que inclusive trataba de esconder de mi misma. No tenía realmente ninguna técnica.
Poco a poco escribir se convirtió en un hábito que terminé disfrutando. Era algo liberador para mi. Con el tiempo empecé un libro de sueños, uno de acciones a tomar, otro para escritura libre y una pequeña libreta que cargo en mi bolso para aquellas ideas y pensamientos que llegan a mi durante mi rutina diaria y que si no escribo en el preciso momento, serán historia para cuando llegue a casa. Thomas Jefferson cargaba lápiz y papel! Así que ¿por qué no?
Pero, ¿para qué tomarse la molestia de escribir tanto?
Escribir es una manera de libre expresión y una gran alternativa para limpiar las esquinas olvidadas de tu mente. Hay tanto que no se dice y se va acumulando creando rabias, resentimientos, miedos, hipocresía, frustraciones y complejos. Poner todo en papel y quemarlo, si quieres, puede ser una gran terapia.
Por otro lado, existen ideas brillantes y pensamientos maravillosos que valen la pena ser escritos -y hasta compartidos- al igual que los sueños y anhelos que no se comunican a nadie por que los consideramos insignificantes y terminan muchas veces en el olvido.
Escribir te da la oportunidad de entender mejor quien eres. Al leer lo que has escrito meses o semanas atrás puedes empezar a entender mejor tu patrón de comportamiento, por qué haces lo que haces, y de dónde vienen ciertas creencias y emociones que muchas veces pueden ser limitantes.
Igualmente, puedes empezar a ver tu progreso. No sabes cuantas veces me he sorprendido al darme cuenta que aquello que tanto deseaba y plasmé en el papel como una declaración se convirtió en una realidad. Algo que tal vez otros pensaron imposible o sin sentido.
Todo empieza en tu mente. Si puedes imaginarlo entonces es posible crearlo. Siempre ha sido así. De alguna manera, aquellas ideas en las que te enfocas con suficiente intensidad terminan por manifestarse. Llegan como el fruto de tu propio esfuerzo, como un regalo, o una oportunidad. Lo mismo sucede cuando algo no te gusta. Piensas en aquello que te desagrada, en aquello que no quieres, en las libras de más que tanto odias, en el tipo de pareja que siempre consigues y dices no querer, en el poco dinero que tienes y tu escacés. Enfocas tu energía y pensamientos en estos aspectos negativos y como resultado, generas y ves más de eso que dices no querer en tu vida. Aquello que alimentas, crece!
Escribir ayuda a aclarar y dar forma a las ideas. De esta manera puedes empezar a dar prioridad a algunas y descartar otras. Sólo cuando se está claro en lo que se quiere es fácil decidir las acciones que se requieren tomar.
¿Empiezas a entender ahora lo importante que es escribir y cuál es el impacto que puede tener en tu vida?
Empezar con un par de minutos al día es fácil y práctico. Solo requieres compromiso. Que tu motivación sean los cambios que puedes traer a tu vida, el bienestar y el éxito! Tu motivación, la puedes encontrar a medida que escribes. Solo date la oportunidad.
¿Como empezar a hacerlo?
No te asustes, no necesitas tres libros. Sólo un cuaderno o libreta es necesario.
A continuación encontrarás tres preguntas sencillas que te ayudarán a crear un estado de bienestar, entusiasmo y gratitud. Escribe con honestidad. Sé constante. Tus resultados dependen de tu disciplina y compromiso.
SI ESCRIBES EN LA MAÑANA:
1. ¿Qué puedo hacer hoy que me llene de emoción y entusiasmo?
2. ¿Por qué estoy agradecido hoy? Enumera 5 cosas, personas o acontecimientos.
3. ¿Qué hice ayer que trajo felicidad a mi vida?
SI ESCRIBES EN LA NOCHE:
1. ¿Qué puedo hace mañana que me llene de emoción y entusiasmo?
2. ¿Por qué estoy agradecida hoy? 5 cosas, personas o acontecimientos.
3. ¿Qué hice hoy que trajo felicidad a mi vida?
Sé creativo, decora tu diario si lo deseas, llénalo de colores, fotos, lo que sea te llene de inspiración! Con el tiempo y la práctica desarrollarás tu propia técnica de escritura.
Eso si, asegúrate que tu mamá no lea tu diario 😉
Ahora a escribir se dijo!
Con amor,
Siomara «Ravideep Kaur»
Photo Credits: Magic Madzik