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Cierra la boca

No hay nada más difícil, para las gorditas y los gorditos, que cerrar la boca y abrir los ojos. ¿Cómo dejar de comer e informarse acerca de una de las epidemias que más daño le causan a la población mexicana: la obesidad? ¿Cómo no caer en la tentación de comer: tamales, tacos y tortas, si desde que éramos niños era nuestra comida consentida? ¿Para qué informarse a propósito de las terribles consecuencias que conlleva la obesidad si son puras malas noticias? ¿Qué pasa con estas personas que ya tienen sobrepeso y que ni siquiera se toman la molestia de escuchar las campañas gubernamentales que los exhortan a controlar su peso y medidas? ¿Para qué checarse si ya sé que estoy pasadito de peso? Mejor no me mido la cintura, porque me deprimo. ¿Moverme más de lo que me muevo con el quehacer de mi casa, en la oficina y en los transportes y encima de eso quieren que haga ejercicio? Las resistencias son terribles. Los malos hábitos nos persiguen día y noche. Y las autojustificaciones son infinitas. Hay que tomar en cuenta también que los factores culturales contribuyen a una correcta o mala alimentación, si los adultos siguen una dieta poco saludable y no hacen ejercicio, los niños y adolescentes seguirán esa forma de vida. Quien padece obesidad y sobrepeso en etapas tempranas de la vida, puede sufrir daños en su autoestima, provocando inseguridad o dificultad para relacionarse, ansiedad, depresión y pensamientos negativos. A pesar de que en los salones de las escuelas primarias existen cada vez más niños con sobrepeso, éstos no se salvan del terrible bullying. Y entre más se angustian, más comen. Entre más comen, más se aíslan. Y entre más se aíslan más se deprimen. Las razones de su obesidad son múltiples, entre ellas, los videojuegos, televisión, tablets, celulares y computadoras, los niños pasan varias horas sentados, sin gastar energía; al no ser utilizada se convierte en grasa y se acumula en el organismo generando sobrepeso y obesidad.

Los datos del IMSS nos dicen que si la medida de la cintura es de 80 centímetros o menos se está en el rango normal, pero que hay que mantener una buena alimentación y realizar algún tipo de actividad física al menos 30 minutos al día. Si el resultado de la medida de la cintura es mayor a 80 centímetros el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas es alto. De allí que se recomienda bajar de peso corporal, cambiar malos hábitos alimenticios, eliminar grasas y azúcares refinados, además de realizar algún tipo de actividad física durante 60 minutos diarios. Si no se puede la hora completa, por lo menos, media hora. Siete de diez mexicanos padecen de obesidad, solo Estados Unidos nos gana en cuanto a sobrepeso. Ocupamos el primer lugar en lo que se refiere a esta pandemia entre los niños. «La obesidad infantil alcanza niveles muy altos en la mayoría de las entidades. En tres de ellas, Campeche, Yucatán y Morelos, supera una prevalencia del 40 por ciento», explicó Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de Nutrición, durante el pasado foro «Alimentación: avances y perspectivas» (Reforma). Sin embargo, las últimas estadísticas son muy alentadoras: el exceso de peso en niños menores de 9 años se ha reducido en 17.6% en los últimos diez años. Por otro lado, hay que decir que entre más obesos sean los padres, menos motivados se sienten los niños en cerrar la boca y mucho menos en abrir los ojos frente a las enfermedades que se les esperan cuando sean mayores como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, de riñón y hasta ciertos tipos de cáncer. Las estadísticas nos muestran que las mujeres y los niños, especialmente los que viven en la ciudad, sufren más de obesidad que los hombres. «Año tras año, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición repite que la mitad de nuestros compatriotas no comen de manera sana y el resultado es que mucha gente sufre hipertensión y que México es campeón del mundo en cuestión de diabetes. Según las cifras de la OCDE, el sobrepeso implica mayores gastos de salud (25%) y sus consecuencias afectan a las actividades laborales: ausencias más numerosas, las cuales suelen castigar al salario. A escala nacional, se estima que la obesidad y el sobrepeso, para 2017 implicarán un costo directo en atención médica para el Seguro Social y Popular que rondará los cien mil millones de pesos…» (El Universal).

«Chécate, Mídete, Muévete», dice la campaña gubernamental. ¡Asumámosla, cerremos la boca y abramos los ojos!

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