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Cáncer populista

He de confesarlo. Como tantísimos otros, tengo miedo de las acciones que puedan ser tomadas durante la presidencia de Trump. En menos de un mes, ya ha decretado medidas que no es necesario ser el más letrado en política para ver el terrible parecido con algunos de sus homónimos latinoamericanos, en especial uno que murió en el 2013. ¿De verdad esto está sucediendo en Estados Unidos?

Siendo simplista, me es fácil comprender el auge de su popularidad: Aprovechó el miedo de un gran sector de la población y lo tradujo en medidas políticas. Si hay algo en lo que pierde parecido con los mal llamados socialistas de Latinoamérica es que no cuenta con el avasallante apoyo de la población.

Seamos claros en algo. El sistema electoral estadounidense ha demostrado varias veces sus fallas, pero en ninguna otra elección se ha visto más menguado el poder de decisión de las masas que en las recientes. De eso se ha escrito mucho y lo han subrayado personas expertas en la materia, lo cual no soy, pero lo que sí puedo decir es que en este caso ese mecanismo no hace más que alimentar la fractura social que día a día se hace más evidente.

Raramente, el gobierno de Trump pareciese ser un populismo sin masa, y aunque parezca contradictorio, la realidad nos demuestra que, al menos hasta ahora, es posible.

No pensé que viviría para ver a EE.UU. enfermo del cáncer populista que tanto ha aquejado históricamente a las naciones latinas y de otras latitudes. De dictaduras, tanto de derecha como de izquierda, está cundida la historia suramericana, unas más famosas y terribles que otras, pero del Río Grande para abajo, hemos tenido demasiada tela para cortar al respecto.

Creo que el cáncer populista gringo se ha instalado en corazón del país, sin ganas de desmerecer los posibles factores etiológicos que lo hayan instalado ahí, no creo que sea la solución.

Con Chávez al menos teníamos la tranquilidad que armamentísticamente no tenía mucha fuerza, y eso no lo tenemos con Trump, quien es la versión rubia de lo que en el imaginario popular ha constituido estos mesías con ansias de instalarse en el poder para satisfacer los deseos más oscuros de algunos, incluyendo a ellos mismos.

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