Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Caballeria_Gaucha
Photo: "Juan Manuel de Rosas y los bloqueos al Río de la Plata de Francia e Inglaterra". "Caballería Gaucha" de Carlos Morel ©

Boludos… ¡al vacunatorio!

Dice una de las tantas versiones de la historia argentina, que en las guerras gauchas, aquellas que tuvieron lugar por el siglo XIX y que enfrentaba criollos versus españoles, fue el momento en el cual aparecieron los términos «boludo y pelotudo». Bastantes historiadores se han tomado el trabajo de hablar de ello, como por ejemplo; Leopoldo Lugones en «La guerra gaucha». Allí, el escritor argentino nos cuenta que, los pelotudos eran quienes iban en la primera línea de batalla a la hora de enfrentar al ejército realista. Estos pelotudos, portaban piedras grandes como un balón de futbol y con ellas golpeaban en el pecho de los caballos enemigos. Estos caían, y por detrás de los pelotudos venían los «lanceros» que clavaban una lanza al soldado que había sido revoleado por el caballo malherido. Sumado a estos valerosos y precarizados guerreros que andaban a pie, a diferencia de su contrincante que lo hacía a caballo, venían los boludos. Los boludos eran portadores de armas que tenían unas 3 o 4 bolas del tamaño de pelotas de tenis atadas a piolas y que, al revolearlas, golpeaban enemigos, o enredaban las patas de los equinos para, también, ocasionarles la caída. Las conocidas «boleadoras».

Es así, que los boludos y los pelotudos, formaban parte de los adjetivos que mejor calificaban a una persona de las denominadas valientes. Los boludos y los pelotudos eran, sin lugar a dudas, personas corajudas.

Hasta que, casi 100 años después, en una sesión de diputados, a un elegante señor de prolijo discurso, se le ocurrió usar la terminología a la inversa y darle a dichas acepciones, una connotación negativa, asumiendo que «No seamos boludos» y vayamos al frente en tal o cuál cuestión. Proponiendo a otros boludos que tomaran la iniciativa, cuál si fueran peones de ajedrez.

Y desde ahí, los boludos y los pelotudos, se han transformado en calificaciones que indican a personas torpes, manipulables y menospreciables.

Sin embargo, resulta que hoy, con todo este tema de la vacunación masiva e impulsiva, a quienes quieren y piden vacunar primero, son a los empleados estatales: policías, enfermeros, municipales, etc etc.

Asimismo han echo explícito y fehaciente, a través de Carla Vizzoti, de la Secretaría de acceso a la Salud, el pedido de que se sumen a la lista de primeros vacunados, a los boludos de los famosos.


Photo: «Juan Manuel de Rosas y los bloqueos al Río de la Plata de Francia e Inglaterra». «Caballería Gaucha» de Carlos Morel ©

Hey you,
¿nos brindas un café?