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Benjamin Furman
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Benjamín Furman presenta su nuevo EP “Luz de la mañana”

NUEVA YORK (Sábado 20 de mayo): El músico chileno Benjamín Furman lanzará su nuevo EP Luz de la Mañana este sábado en el Club Bonafide.

La obra de Furman nos invita a un viaje por rítmicas Sudamericanas, un viaje muy remoto pero interno a la vez, la paradoja máxima, quizás, de Nueva York ciudad de contrastes, crisol de razas y personas distintas. A su lado estarán los músicos Clemens Grassmann (Alemania), Rob Taylor (California), Yotam Ben-Or (Israel), Tal Mashiach (Israel) y Shahar Elnatan (Israel).

Al hablar de su nuevo concierto Benjamín nos invita con estas palabras: Embarquémonos en un viaje, mi amigo, tu y yo de la mano, de los labios, de la piel. Vámonos lejos, lo más al Sur que podamos. Seremos algunas veces cómodamente trasladados cual reyes, con la sutileza de la seda y la dulzura del vino. Pero debo advertirte que seremos, otras veces, desagradablemente traspasados como mercancía, como estropajos, atados y lanzados al fondo del navío, a la merced de una tormenta aterradora, del requiem de las olas y los truenos, y buscaremos el aire a bocanadas entre barriles, humo y petróleo.
Pero no temas, amigo, sobreviviremos. O no temas mucho. O, más bien, permítete no más ni menos que el miedo justo. Ese miedo que te acerque a mí con temblor naciente, con murmullo de duda, con una palabra casi rota en la garganta. Ese leve miedo que mantendrá tu corazón abierto. Ese miedo que nos trae aún más cerca, más aún que la confianza establecida, más aún que la anticuada certeza. 

Y dónde iremos? Cómo podría yo decirte en prosa los secretos de la madera y su resonancia. Cómo escribir del calor del contrabajo, del eco del piano, del latido de la batería, del líquido metálico del sintetizador, y de la miel de las voces gastadas. Ellos son quienes dictarán dónde vamos. Y si yo he estado antes allí pues no lo recuerdo. No puedo recordar aquel lugar donde soy transportado, porque los destinos de nuestro viaje se forjan y desvanecen con las notas mismas, y no queda de ellos más que una estela, un delay, una espuma, frágil huella en el alma. 

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