Tras evacuar el bullicio intenté sostenerte pero aquello que mis brazos rodearon, yo no pude. Tu cercanía, añorada de minuteros... Sigue leyendo
Mariano Gabriel Chamorro
Nacido de madre Colombiana y padre Venezolano, en Caracas, Venezuela; año en el cual a través de Berlín se escuchó el eco alegre de las mandarrias, que con escombros abrió las puertas al reencuentro de los brazos anhelantes. Día en el que, años atrás, por primera vez, la tierra fue capaz de observarse a si misma a través de los ojos de la Luna.
Crece y vive la mayor parte de su vida en Caracas, pero es de recurrentes viajes a Bogotá, que con olores, buñuelos, frío, cumpleaños y abrazos, marcan su infancia. Adolesce arisco bajo las faldas del Ávila, de vez en cuando encaramándose entre sus pechos, desde donde se escucha lejano el violento rugir del León. Durante su segundo decenio, se le presenta la oportunidad de explorar el Sur inagotable, donde la espina de nuestra tierra llora lagrimas de plata; y aunque enamorado de magia, pronto se vio de regreso a la cuna. Fue después de un tiempo, que inconforme consigo mismo y sus alrededores, se hace camino esta vez hacia ese Norte que a punta de gris carcome el verde: donde dos ríos que no son ríos sostienen la llama falsa de cobre que exclama “Libertad!”. Cuentan las malas lenguas que-y-que no hay lugar como aquel estuario, que solo ahí le es posible a esos pájaros alcanzar complacientes sus expectativas. Es así entonces que después de tres veranos de aprendizaje y metamorfosis, de nuevas experiencias y manos cálidas que le agarran de hombros, logra por fin realizarse y sentirse; aun inconforme.
Músico por vocación (egresado de The New School for Jazz & Contemporary Music), dibujante por ocio, y amante de los espacios humanos y la estética de su estructura. Le place caminar a través de paisajes montañosos y escabrosos, aunque no niega aquellos de inclinación leve, o planicie, o mar. Hace ya casi un año y medio, se redescubre sumamente entusiasmado e inspirado por la escritura como juguete de libertad pura que le permite dar forma a la materia intangible del pensamiento. Se encuentra actualmente intentando darle forma a la materia intangible que es su vida, a ver si caminando por terrenos montañosos y escabrosos se llega a algún lado. A veces se pregunta si es que llegar es la meta.
NUEVA YORK: Sobredosis de ruido constante. Sobredosis de palabras vacías, carentes de sustancia; carentes de masa. Sonido que no da... Sigue leyendo