Tengo una fijación con los efectos análogos y la incertidumbre del error que generan, creo que soy adicta a la... Sigue leyendo
Elizabeth Alva
Fui Tía a mis 8 años de vida, así, que muy probablemente mi sobrina sea la razón de el por que hago lo que hago en esta vida; cuando cumplí 9 años me dediqué a crearle todo tipo de sets y vestuarios para fotografiarla, tengo un álbum de todos los escenarios creados para perpetuar mi impecable dirección escénica y su admirable y constante actuación con tan solo 1 año de edad.
Debido a mi notable interés por el arte peleé contra la voluntad de mis padres y decidí tomar un bachillerato en artes del Instituto Nacional de Bellas Artes (valga todas las redundancias) donde tomé clases de todo tipo de historias y técnicas de todas las artes, seminarios de arte mexicano, arte y astrología maya.
En esta etapa de mi vida (15 años) fue cuando tomé una cámara análoga profesional y decidí que esto sería parte de mi vida, sin embargo la exploración artística no había llegado a su fin y decidí dedicarme al teatro, así que tomé 3 años de actuación, y posteriormente acepté que no era del todo mi área, así que decidí combinar las artes plásticas con el teatro y estudié la carrera de Diseño de Iluminación, Vestuario y Escenografía en la Escuela Nacional de Arte Teatral dentro del Centro Nacional de las Artes del INBA. Que claro era la carrera perfecta para complementar mis estudios de fotografía que para ese entonces ya había retomado, aún así el teatro tiene un encanto inigualable y me dediqué un tiempo a ser vestuarista, iluminadora y escenógrafa, para varias producciones teatrales y cinematográficas.
En el 2015 decidí darle seguimiento a mi carrera como artista visual y enfocarme mucho más a la fotografía análoga. Aún no se por que análoga, pero cabe mencionar que siempre lo preferí, tal vez por soledad y paciencia, o por una constante nostalgia que me persigue. Sinceramente no lo se.
Actualmente trabajo haciendo foto fija para varias productoras y empresas, sigo realizando diseño escénico e integral para teatro, y constantemente trabajo en mis creaciones personales fotográficas. También me di cuenta que la exploración artística jamás terminará y que valió la pena cada pelea con mis padres para poder dedicarme a las Artes.
No me considero "artista" pero el desahogo de energía a través de mis piezas son el mejor respiro de vida que he sentido. Ah y el mar también.