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¿Acaso tiene Género el Arte?

A lo largo de los años los artistas experimentan y desarrollan distintos estilos para producir su obra. Pareciera que las artistas mujeres tienen poca variedad de estilos ya que aquellos que se perciben como agresivos o llenos de movimiento y energía “le corresponden a los hombres”. Dos ejemplos claros de artistas mujeres que expresaron su talento en una manera innovadora y con el tiempo fueron viendo sus consecuencias son Dana Schultz y Katherine Bernhardt. Ambas artistas debutaron en el círculo de arte en Nueva York a principios del 2000.  Aun cuando su trabajo ha sido apreciado entre los artistas, éste nunca ha participado en Bienales o ferias de alto renombre.

El famoso crítico de arte Jerry Saltz opina que la falta de exposición de ambas artistas es por el simple hecho de ser mujeres. Argumenta que podría contar las mujeres artistas con una larga carrera durante los últimos 50 años con los dedos de su mano. La industria del arte no sabe como responder a las propuestas de las mujeres artísticas que se atreven a salir del molde por lo que aquellos que forman parte del circulo del arte prefieren alejarse y dejar de apoyarlas por  incertidumbre. Por cientos de años, el arte ha sido reservado para los hombres. Por muchos años las mujeres eran excluidas de atender a las academias y de aprender técnicas artísticas. Los hombres eran los genios artísticos mientras las mujeres debían ser el sujeto de la obra o la fuente de inspiración para ellos.  A falta de una buena educación su potencial artístico sufrió las consecuencias.

De alguna manera la noción de belleza, forma, técnica, color, composición y narrativa ha salido controlada. En los últimos años, las mujeres se han rebelado, restableciendo la manera de pintar rompiendo patrones preestablecidos. Muy pocas mujeres que han logrado tener una larga carrera han pintado en una manera expresionista o libre, utilizando colores vibrantes o técnicas denominadas como irracionales y fuera de control. Aquello que hace ruido y parece excesivo se le relaciona con lo masculino.

Para Schutz el mercado estuvo de su parte a principios de su carrera ya que se estipulaba que sus obras se vendían a grandes sumas de dinero, para después rechazar esto mismo que le hizo ganar popularidad y dejarla en el olvido. Esto sin duda impactó su manera de producir ya que en su nueva obra, según algunos, se siente el control impuesto sobre su estilo natural. Algo similar sucedió con Bernhardt.

Presumimos de ser una civilización progresista, que acepta cambios y reconoce el talento y esfuerzo de cualquier persona sin importar su género, procedencia étnica, orientación sexual, y demás factores. Si es esto verdad, cuando será que los fantasmas de las decisiones pasadas dejen de seguirnos y, en ocasiones, dicten nuestro destino? El hecho de discutir el tema, sin buscar causar conflicto, es bueno para seguir modificando la situación actual, así como lo hizo Jennifer Lawrence al expresar su descontento con la desigualdad de sueldos en la industria del entretenimiento. Voces que piden un cambio se escuchan más a menudo y es aquello que nos acerca a que todo talento sea reconocido.

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