Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

“Aaron, tenemos que hablar”. Carta a Aaron Sorkin

Hola. Soy yo. Tenemos que hablar. No voy a dejar que me termines. Sí, tú. Tú con tus diálogos rápidos y tu uso arrogante de palabras rimbombantes. Te estoy hablando a ti. Tú sabes por qué te estoy escribiendo esto.

Me refiero a la tercera temporada de The Newsroom.

Ajá. Ahora, ¿qué me tienes que decir? No me convencen tus mensajes practicados de “tenía que terminar el show aunque ya aprendí a escribirlo”, y toda esa mareadera de tus conflictos con otros proyectos. Usted se metió en problemas conmigo y ahora le tocará ver cómo lo resuelve.

¿Cómo te atreves a quitarme The Newsroom? ¿Apenas estábamos comenzando! Hiciste que me enamorara tanto de ese programa que hice mi tesis de él, y ahora decides quitármelo con solo seis episodios. S E I S. Hay límites, Aaron, líneas que no se deben cruzar, pero para tí eso es borrón y cuenta nueva y que todos empecemos de nuevo.

PUES NO.

Yo sé que tú y yo empezamos tarde. No he terminado ni siquiera la primera temporada de The West Wing, y nunca he visto Sports Night o Studio 60. Yo sé, yo sé, tenemos mucho camino que recorrer. Nací tarde así que es normal que haya llegado tarde a la fiesta.

Después hiciste The Social Network. Y me enamoré.

Desde ese momento he querido tener la oportunidad de gritarle a alguien que salir con ellos es como salir con una caminadora. Ese guión lo he leído más de 20 veces, sin exagerar. Es tu manera de escribir, Aaron. Es escuchar a las personas hablar y replicar cómo lo hacen. El diálogo es la razón por la que dejé de escribir cuentos y empecé a escribir guiones.

Poco después me regalaste The Newsroom. Me diste a Will, Charlie, Leona, Mac, Sloan, Jim y todos estos personajes de los que me enamoraría rápidamente. Estaba demasiado involucrada con la serie, y afortunadamente para mí, también lo estaba mitad de mi Facebook. Estoy consciente que los Estados Unidos no son el mejor país del mundo pero en algún momento lo fue. Todos estamos condenados a vivir con la carga de romantizar el ayer, convencidos que fue mejor que hoy. Todos entendimos el dolor de Will.

Yo estaba montada en ese autobús de Sex and the City mientras Maggie gritaba frustrada con su mundo. Rudy era una de mis películas preferidas cuando era chiquita. El episodio 7 de la primera temporada me hace llorar cada vez que lo veo. Liquid sex es la mejor línea que pudo salir de ese show. Ni hablemos de la fijación de Leona Lansing con Daniel Craig. Yo grité con ella que recobraran la confianza del público. Eso va para ti también, Aaron.

No estoy lista.

¡No puedes hacerme esto! Lo de nosotros era bello y especial. No puedes seguir dándome excusas como si yo no supiera manejar la verdad como en su momento acusaste a Daniel Kaffee. Nosotros teníamos que estar juntos por un tiempo. Éramos una inversión a largo plazo. Eras una parte activa de mi vida y ahora me estás jodiendo un poco la cosa.

“Habrán otros”, dicen por ahí. Me atrevo a decir que vienen series interesantes. Hasta estoy emocionada por ellas, pero es como salir en una primera cita con alguien otra vez. Empezarán las comparaciones con el pasado, pero en algún momento tendré que dejarte ir. Creo que el momento vendrá cuando termine la tesis y me sepa de memoria la primera temporada.

Adiós, Aaron.

Por ahora.

Espero que me sorprendas otra vez.

Con amor,

Carlota

Hey you,
¿nos brindas un café?